24 de junio de 2010
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NUEVA YORK (AP) - La empresa de compra de hipotecas Fannie Mae, que recibe apoyo del gobierno, está tratando de animar a los propietarios de casas en problemas en buscar alternativas a la pérdida de sus viviendas, pues si esas propiedades son embargadas, los solicitantes del crédito no podrían obtener nuevos préstamos por siete años. Los titulares de hipotecas que no intenten de buena fe alcanzar un acuerdo para refinanciar su adeudo pero que tengan la capacidad para pagar estarán en la mira de esta nueva política, anunció la empresa el miércoles. "El huir de una hipoteca es malo para los que adquieren créditos y malo para las comunidades, y nuestra política busca frenar esta preocupante tendencia hacia la suspensión estratégica de pago", indicó Terence Edwards, el vicepresidente ejecutivo de la división de administración de cartera de créditos. Una suspensión estratégica de pago de hipotecas ocurre cuando un dueño de vivienda deja de hacerle pagos a su préstamo hipotecario a pesar de tener los recursos para hacerlo. Esto se volvió cada vez más común en las comunidades donde el valor de las casas cayeron drásticamente y los propietarios de viviendas se encontraban "bajo el agua", es decir, que debían más de lo que valían sus casas. Fannie Mae indicó que en las comunidades donde la ley lo permite, tiene planeado iniciar acciones legales para el cobro de deudas hipotecarias insolutas de las personas que las tenían y que hicieron una suspensión estratégica de pagos. La empresa planea instruir a sus empleados a vigilar los préstamos con problemas de pagos que enfrenten la pérdida de la vivienda y recomendó casos donde se busque iniciar esos procedimientos legales. Un portavoz de la otra empresa de compra de hipotecas con respaldo gubernamental Freddie Mac señaló que su política vigente exige por lo menos una espera de cinco años. El vocero de Freddie Mac, Brad German indicó que la empresa "observará detenidamente" la nueva política de Fannie Mae. "Lo tomaremos en cuenta a la luz de las condiciones vigentes en el mercado y con el fin de administrar nuestros riesgos de la mejor manera posible". Las empresas Fannie Mae y Freddie Mac fueron creadas por el Congreso estadounidenses para comprar hipotecas de las empresas que ofrecían créditos y colocarlas en paquetes de bonos que eran revendidos a los inversionistas. Juntas, ambas empresas son dueñas o tienen garantías sobre 31 millones de préstamos de casas con un valor aproximado de 5,5 billones de dólares. Es aproximadamente la mitad de la totalidad de los préstamos hipotecarios del país. La ola de incumplimientos en el pago de hipotecas que afectan a los préstamos de Fannie y Freddie ha provocado un problema mayúsculo para el gobierno estadounidense como entidad que garantiza los préstamos. El gobierno tomó el control de Freddie y Fannie en septiembre del 2008, un rescate que le ha costado hasta ahora a los contribuyentes unos 145.000 millones de dólares. Las dos empresas no dan señales de convertirse en autosuficientes.