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  Por el libro
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22 de junio de 2010

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WASHINGTON (Reuters) - Las concesionarias de autos se anotaron un punto el martes y los bancos enfrentaban perspectivas de mayores restricciones, en momentos en que legisladores estadounidenses se apuraban para dar forma a la mayor reforma de la regulación financiera desde los años 30.

Los negociadores demócratas resolvían algunos de los puntos más difíciles de la reestructuración integral de las reglas para Wall Street, que entraban a su última etapa.

Los prestamistas a corto plazo y proveedores de préstamos para estudiantes tendrán que responder a una nueva agencia de protección a los consumidores, pero las concesionarias de autos con operaciones de financiación escaparían al escrutinio, según un acuerdo preliminar que aún tiene que ser aprobado formalmente por un comité del Senado que redacta el proyecto.

Los grandes bancos de Wall Street, que ya enfrentan una posible reducción de sus ganancias por las nuevas reglas, pueden ser objeto de más restricciones en sus actividades de intermediación con capital propio, ya que Christopher Dodd, un demócrata e importante senador del comité, dijo que presionará para endurecer aún más las propuestas.

Los legisladores demócratas quieren redactar un proyecto final a tiempo para que el presidente Barack Obama anuncie las reformas durante la reunión de los líderes económicos del Grupo de los 20 de este fin de semana.

Los legisladores esperan que Obama promulgue la ley antes del 4 de julio, lo que sólo puede suceder después de que el proyecto final sea aprobado por las dos cámaras.

El Gobierno de Obama espera que el proyecto sirva como ejemplo para otros países que están tratando de coordinar las regulaciones mundiales de los mercados, lo que es considerado clave para evitar que los bancos muden sus actividades a otros países para evitar las restricciones.

Los negociadores del Congreso aún deben resolver áridas disputas sobre regulaciones de derivados y otros temas que tienen ramificaciones de miles de millones de dólares para la industria financiera.

"Si no somos capaces de finalizarlo para el jueves, entonces este proyecto no podrá ser aprobado hasta mediados de julio", dijo Barney Frank, el demócrata que preside el comité conjunto.

La promulgación de la legislación de amplio alcance le daría a Obama y a los demócratas una gran victoria política, que se sumaría a la reforma del sistema de salud, de cara a las elecciones legislativas de noviembre.

Las reformas están destinadas a evitar una repetición de la crisis financiera del 2007-2009, que llevó a la economía a una profunda recesión y llevó a enormes rescates gubernamentales de grandes bancos.

Los demócratas aún estaban buscando compromisos sobre propuestas para forzar a los bancos a escindir sus lucrativas mesas de swaps, y para restringir las operaciones con capitales propios, prácticas riesgosas a las que han culpado de contribuir a la crisis.

En el Congreso, un enjambre de cabilderos bancarios, que generalmente trabajan estrechamente con los republicanos, ha tratado de bloquear o diluir el proyecto, pero han enfrentado una dura pelea por el fuerte enojo de los votantes con Wall Street.