11 de junio de 2010
El Vocero
La banca no está prestando, los desarrolladores que apostaron por construir vivienda de precios elevados atraviesan dificultades para realizar nuevos proyectos y la demanda de vivienda es reducida en medio de un ambiente de recesión. Pero sigue existiendo una demanda de vivienda concentrada en unidades con precios asequibles. Expertos estiman que todos los años se necesitan unas 20,000 viviendas para satisfacer la demanda de los nuevos hogares que se crean ¿Quién construirá esas viviendas si no hay financiamiento? La Autoridad para el Financiamiento de la Vivienda (AFV), una subsidiaria del Banco Gubernamental de Fomento, se ha convertido en el sustituto de la banca. Creada para ofrecer alternativas de financiamiento para ayudar a las familias de ingresos bajos y moderados a adquirir una vivienda, la AFV dispone de unos $350 millones para financiar las construcción de proyectos de vivienda y cuenta con dos programas para incentivar la compra, el llamado "combo": un bono para cubrir los gastos de cierre y la segunda hipoteca. AFV ha asumido el rol de un banco consciente de que se trata de un trabajo temporal y que se utilizarán parámetros estrictos a la hora de conceder los préstamos a los desarrolladores, explicó George Joyner, director ejecutivo de la AFV. La AFV tenían un programa de financiamiento compartido con los bancos comerciales, pero las altos niveles de morosidad en las carteras de construcción ha reducido la capacidad de maniobra de la banca. Ese programa "ya no es compartido porque la banca no está prestando", explica Joyner. Pero ¿hay desarrolladores interesados en construir vivienda de interés social? "Estamos viendo desarrolladores que estaban haciendo unidades caras y ahora están tratando de reenfocar su negocio a desarrollo de vivienda de interés social", apunta Joyner. Acepta que el negocio no es tan rentable como la vivienda cara. El costo de construir una vivienda de res habitaciones y un baño asegura está entre los $45,000 a $50,000. "La clave está en el precio de la tierra". La AFV le exige a los desarrolladores entre 10% y 20% de capital y "estamos buscando que la tierra esté salda. Buscamos que el desarrollador tenga capital líquido. Porque mucha veces lo que sucedía con los desarrolladores era que no tenían capital líquido y dependía de los adelantos de los bancos. Es banca a la antigua", dice el funcionario consciente de los excesos del pasado. "Hubo un exceso de oferta de los desarrolladores". Ahora dice, están siendo muy selectivos. Joyner hace balance. Hasta el 31 de mayo, el combo de la AFV ha facilitado la venta de 6,025 unidades, para una venta total de $796 millones. El precio promedio de la vivienda fue $132,000. La agencia también está financiando la construcción de 22 proyectos para alquiler de más de 3,000 unidades para familias de bajos recursos y envejecientes. "El más grande es el de Villa Centroamericana", 300 unidades, que estrenarán los atleta de los Centroamericanos. "Estamos tratando de buscar iniciativas para ayudar a desarrollar un mercado de alquiler".