9 de junio de 2010
El Vocero
Entre enero y marzo de este año, alrededor de 15,000 familias tenían sus casas en proceso de ejecución por atrasos significativos en sus pagos, una cifra superior a las 10,000 del 2008. Una 700 familias perdieron sus viviendas. Al final del año la cifra podría superar el nivel del 2009, cuando se ejecutaron más de 2,000 propiedades. La diferencia entre las 15,000 viviendas en proceso de ejecución y las 703 finalmente reposeídas habla de lo esfuerzos de clientes y bancos por evitar la ejecución de la propiedad. Los bancos aconsejan a los clientes que se comuniquen con el banco tan pronto vislumbren un problema en sus finanzas y que no esperen a que la situación se agrave. Para reducir el número de viviendas reposeídas, los bancos llevan varios años afinando sus programas de mitigación de pérdidas. "Si la persona siente que va a tener un problema debe acercarse al banco", dice Carlos Gaviria, vicepresidente de Loss Mitigation en Doral Financial. La propiedad no tiene que estar "altamente morosa" o en proceso de ejecución para pedir ayuda, advierte el ejecutivo. "Queremos hacerle la vida más fácil" y para ello ofrecen a los clientes la opción de ir a las oficinas centrales, a la sucursal o incluso están dispuestos a visitarlos en su lugar de trabajo. En el último año y medio, Doral ha alcanzado acuerdo de mitigación con 18,000 clientes. Los programas de mitigación exigen que se evalúe la situación de cada cliente y la opción se que ofrezca va a depender del inversionistas que es propietario de la hipoteca, que no es siempre la institución financiera. En muchos casos las hipotecas pertenecen a organismos como Fannie Mae, Freddie Mac, FHA o inversionistas privados; y las opciones de ayuda son diferentes en cada caso. Gaviria explica que una vez se llega a un acuerdo, es importante que el cliente lo cumpla y que no se pueden volver a pedir otra modificación o reestructuración del préstamo si no ha cumplido con los acuerdos. "Desafortunadamente no podemos ayudar a todos los clientes", explica el ejecutivo, en referencia a casos en los que los clientes no tiene capacidad de pago y en esos casos aconseja vender en un proceso de "preforeclousure" y proteger lo que ha ahorrado en la propiedad.
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