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  Por el libro
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31 de mayo de 2010

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El limitar las compras en efectivo en grandes operaciones podría afectar al 40% de la población mexicana que aún no está bancarizada y utiliza este medio de pago, coincidieron especialistas.

El uso tradicional del efectivo y los grandes flujos de operaciones de esta naturaleza también podrían desalentar el consumo en caso de ser topados con una cantidad específica, sobre todo en transacciones entre comerciantes, bienes duraderos y artículos de lujo.

En las últimnas dos semanas el Gobierno federal anunció que afina una reforma monetaria para limitar el uso de dinero en efectivo en grandes operaciones como la adquisición de inmuebles, automóviles y artículos de lujo y reducir las operaciones de dólares en efectivo para enfrentar el lavado de dinero y eliminar incentivos al crimen organizado.

La propuesta incluye medidas que deberán ser aprobadas por el Congreso de la Unión y otras que sólo pondrá en marcha la propia autoridad, ya que el crimen organizado recurre al dinero en efectivo para comprar bienes duraderos e introducir el capital ilícito a la economía formal.

"Hay un tema pendiente que tiene que ver con el poco uso de los servicios del sistema financiero y las operaciones que a diario se hacen en efectivo sin que necesariamente estén ligadas a actividades ilícitas como el lavado de dinero", dijo la directora del Centro de Análisis Económico el Tecnológico de Monterrey Ciudad de México, Leticia Armenta.

¿Freno al consumo?

El sector de artículos de lujo sería uno de los afectados por esta medida.

Tan solo en una de las principales avenidas de la Ciudadd de México entre el 40 y 50% de las compras en boutiques de ropa, joyería y accesorios ubicadas en laPresidente Masaryk y el centro comercial Antara se hacen en efectivo, de acuerdo con gerentes de marca de estas tiendas.

"Los clientes frecuentemente hacen compras mayores a 50,000 pesos en efectivo, sobre todo en establecimientos que venden marcas de más tradición", dijo el director de la agencia Joint Communications especializada en nichos de mercado de cinco estrellas, José Manuel Borbolla

Estas boutiques venden más que artículos, experiencias de compra, por lo que la imposición podría causarles una percepción negativa entre los clientes al no permitir el pago en efectivo explica Borbolla.

En el caso de aquellas con marcas igualmente caras, pero menos exclusivas, la restricción afecta al comprador que ahorra en efectivo para hacer su compra, señala el experto.

En cuanto a la adquisición de vehículos aún se desconocen los impactos que esta medida podría traer, señaló el subdirector de Relaciones Gubernamentales de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate.

"Estamos a favor de cualquier medida oficial que ayude a combatir los problemas de inseguridad que enfrenta el país. No obstante, esperaremos hasta que la autoridad hacendaria publique los nuevos lineamientos para analizar si existe alguna afectación a la comercialización de automotores", dijo Rosales Zárate en una declaración vía correo electrónico.

Transparencia

A pesar de las posibles afectaciones, los expertos también coinciden en que esta media contribuirá a aumentar la transparencia y el control de las actividades financieras.

"Es correcto para demostrar la procedencia de los recursos, si hablamos de un monto importante hay que protegerse y dar certeza tanto al comprador como al vendedor", aseguró el especialista en Economía y Finanzas de la Universidad Panamericana (UP), Gerardo Aparicio.

La imposición ayudará además a bancarizar a la población que hasta ahora no utiliza los instrumentos financieros, agregó Leticia Armenta.

"Esto es correcto siempre y cuando se limite el recurso en efectivo para grandes adquisiciones sobre todo en compra de casas y automóviles, pero si se piden explicaciones adicionales es un atentado contra la intimidad financiera de cada usuario", finalizó Aparicio.