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  Por el libro
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29 de mayo de 2010

El Nuevo Dia

La reforma de salud federal elevará los costes que enfrentan los patronos, lo que a su vez podría cambiar la forma en que las empresas otorgan el beneficio de cubierta médica a sus empleados.

De acuerdo con Linda Havlin, de la firma especializada Mercer, el conjunto de leyes federales -que dio paso a la modificación más profunda del modelo de prestación de servicios de salud estadounidense que se haya aprobado en años- exige a los patronos ampliar o continuar ofreciendo un seguro médico a sus empleados. De lo contrario, la empresa se expone a penalidades.

Havlin fue una de las panelistas en un foro organizado por el capítulo local de la Sociedad de Gerencia y Recursos Humanos (SHRM, por sus siglas en inglés), donde la ejecutiva y otros dos recursos conversaron acerca del alcance de la reforma federal y sus posibles implicaciones para la Isla.

Entre las modificaciones que más impactarían a las empresas, Havlin mencionó el ofrecer seguro médico a todo empleado que trabaje más de 30 horas por semana, extender la cobertura de los dependientes hasta la edad de 26 años, eliminar topes o límites en la cubierta, la eliminación de copagos o deducibles cuando se trate de programas de prevención, así como el uso de medicamentos genéricos vis a vis medicamentos de marca.

En el corto plazo, las nuevas disposiciones podrían aumentar los costes del patrono entre 4% y 6%.

De todos los grupos empresariales, Lavlin indicó que serán los pequeños negocios, los más afectados por la nueva dinámica que supone la reforma federal.

Mientras, agregó que los patronos podrían encarar otros costes adicionales como secuela de las tarifas que impone la ley federal para costear la reforma que fue una promesa de campaña del presidente Barack Obama.

Según Havlin, para el 2012, las farmacéuticas pagarían impuestos ascendentes a $2,800 millones, los fabricantes de dispositivos médicos deben pagar el 2.9% de las ventas de sus equipos para el 2013 y para el 2014, las aseguradoras comenzarían a pagar su impuesto. Este último, se estima totalizaría $8,000 millones. Todas las tarifas son escalonadas por lo que continuarían en ascenso hasta el 2018.

Havlin indicó que todavía no existe una claridad absoluta en torno al alcance de los estatutos vinculados a la reforma federal, particularmente, porque muchos programas o secciones en las leyes fueron definidos "muy pobremente".

El efecto en los patronos

Sin embargo, la perita indicó que la propuesta requerirá que los patronos adopten una postura de mayor creatividad y de búsqueda de calidad cuando se trate de evaluar y analizar cómo los asuntos de salud inciden en la productividad de los empleados y en las obligaciones de la empresa.

En su defecto, otra consecuencia de la reforma podría ser que los patronos dejen de otorgar ese beneficio y luego se enfrenten a penalidades mayores que el costo de una cubierta.

De otra parte, Havlin manifestó que si el Congreso federal fracasa en articular mecanismos que en efecto, reduzca los pagos bajo el programa de Medicare, la reforma federal creará "riesgos significativos" que agravarán el déficit presupuestario del Gobierno en la primera economía del mundo.

Oscar Ramos, oficial de Marsh Saldaña, filial de Mercer en la Isla, explicó que muchos de los cambios propuestos no afectarían drásticamente a los patronos, ya que algunas de las exigencias de la reforma federal están contempladas en muchas de las cubiertas.

"Nosotros somos bastante maduros en torno a diseño de beneficios", dijo Ramos, mientras ejemplificaba que el requisito federal de cubierta ilimitada ya existe en Puerto Rico.

Agregó que aseguradoras que operan en la Isla, como Cigna, Humana y Triple-S, ya están en vías de adoptar la cubierta médica para dependientes hasta los 26 años.

Sin embargo, destacó que dado que la reforma todavía tiene cabos por atar, particularmente del lado de los costos, resulta esencial que los patronos no bajen la guardia.

A manera de ejemplo, según Ramos, para una empresa de 200 empleados, una aseguradora debiera administrar la cubierta con una razón de pérdida mínima de 15%, que es el requisito establecido en ley. Empero, la restricción a la ganancia de la aseguradora provista en la ley podría significar un alza de 12% en las primas que pagaría el patrono.

Muy prematuro

Para Francisco Méndez, contador autorizado, es muy prematuro hablar sobre el impacto que podría tener la Reforma de Salud en las empresas.

Según el experto, los cambios estarán sujetos a la utilización de los $950 millones en fondos federales a los que Puerto Rico tendrá derecho.

Será prerrogativa del Gobierno si utiliza el dinero para beneficiar a los patronos y ayudarlos a absorber los costos como establece la ley o si los utiliza en la implementación de la nueva Reforma de Salud, Mi Salud.