21 de mayo de 2010
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WASHINGTON (AFP) - El Senado de EEUU aprobó el jueves el proyecto de ley de reforma del sistema financiero, una de las prioridades legislativas del presidente Barack Obama. Los senadores aprobaron el texto, que supone el mayor cambio del sistema financiero desde la depresión económica de los años 30 del siglo pasado, por 59 votos contra 39, pocas horas después de una primera votación que puso fin a los debates al respecto. El presidente hizo un llamamiento antes de la votación final, argumentando contra las habituales críticas al proyecto. "Esta reforma no ahogará el poder del libre mercado, simplemente proporcionará reglas responsables, sensibles al mercado", dijo Obama en una comparecencia en la Casa Blanca. "Nuestro objetivo no es castigar a los bancos, sino proteger la economía y al pueblo estadounidense del tipo de trastornos que hemos visto en los últimos años", continuó Obama. Ahora el Senado y la Cámara de Representantes deben coordinar sus versiones del texto de la ley, antes de que sea enviado a la Casa Blanca para que el presidente la promulgue. El proyecto de ley que debatió el Senado desde finales de abril prevé la creación de un organismo de protección del consumidor financiero en el seno de la Reserva Federal (Fed) estadounidense. El texto impide rescates de las grandes entidades financieras con dinero de los contribuyentes. La reforma incluye una regulación más estricta del inmenso mercado de los productos derivados de deuda, que sólo podrán ser comercializados de forma transparente, y proponía la prohibición de operar con ciertos productos financieros que fueron acusados de ser los causantes de la crisis inmobiliaria. Esta última medida, considerada demasiado radical, llevó al senador demócrata Chris Dodd a pedir dos años de retraso en su aplicación. Pero, finalmente Dodd, debió renunciar a su propuesta. Durante las tres últimas semanas los senadores examinaron cerca de 60 enmiendas. Entre las medidas adoptadas, una obligará a la Fed a ser más transparente mediante una auditoría completa del tribunal de cuentas estadounidense que será efectuada durante un año. Una de las enmiendas atribuye al representante estadounidense en el FMI la posibilidad de oponerse a los "rescates de estados extranjeros" por parte de los contribuyentes estadounidenses si los préstamos "pudieran no ser devueltos". La reforma incluye también una regulación de las agencias de calificación creando una entidad intermedia entre ellas y las instituciones de evaluación financiera.