12 de mayo de 2010
La Opinion
SACRAMENTO.— Si se ha preguntado por qué algunos negocios y gasolineras le piden un cobro adicional cuando opta por pagar con su tarjeta de débito, no está solo. Lupita Arrayales, residente de Sacramento, dijo que decidió no consumir más en ciertas gasolineras que le cobran un recargo adicional de centavos al darse cuenta que había otros establecimientos expendedores de gasolina que le daban más barato el galón y no se tenía que pagar un cobro extra al usar su tarjeta de débito. Las tarifas de cobro por usar las tarjetas de débito o incluso las de prepago pueden ir de 15 a 75 centavos o más. California tiene una ley que impide que se cobre un cargo extra cuando se paga con una tarjeta de crédito, pero no existe una para prohibir que se apliquen tales recargos por las tarjetas de débito o prepagados, algo que cobra singular importancia en momentos cuando hoy más que nunca la gente usa tarjetas de débito para pagar en lugar de la tarjeta de crédito, cheques o dinero en efectivo. "Independientemente de si estás comprando leche para los niños o gasolina para el auto, tener que hacer un pago adicional sólo por usar nuestra tarjeta de débito es incuestionable", dijo la senadora demócrata de Long Beach, Jenny Oropeza quien ha propuesto un proyecto de ley para proteger a los consumidores y prohibir que se apliquen tales cobros. "Es injusto que los negocios atraigan a los consumidores con un precio de promoción para más tarde darse cuenta que tienen que pagar un cobro extra", señaló Oropeza. Otros estados como Colorado, Nueva York y Florida están tratando de aprobar medidas similares a la de Oropeza. "Lo que queremos es cerrar las puertas antes de que los negocios quieran aumentar los cobros que hace a un $1, $2 o $3", indicó Brendan Hughes, consultor legislativo. Arco, por ejemplo, usualmente ofrece un precio de promoción por el galón de gasolina al tiempo que cobra un cargo adicional de 45 centavos. La Opinión contactó a las oficinas de British Petroleum (BP), la compañía que opera las gasolineras Arco para pedirle su opinión sobre la propuesta de ley SB933 de Oropeza y su portavoz, Brian White, opinó que la iniciativa dañaría a Arco y a los consumidores de sus tiendas ampm porque ya no podrán pasar a los consumidores el costo de usar tarjetas de débito de otros bancos al tiempo que ofrecen gasolina a precios bajos. White opinó que si la SB933 se convierte en ley, los precios de la gasolina aumentarán. Michelle Jun, abogada de Consumer Union de San Francisco, una de las organizaciones que patrocina la medida de Oropeza dijo que en estos tiempos de crisis económica los consumidores tratan de ser más responsables financieramente, por lo que no debían cargársele pagos extras. Joe Ridout, de Consumer Action, una organización de apoyo al consumidor que también apoya la medida de Oropeza, indicó que quienes han venido aplicando estos cobros extra son pequeños negocios, con la excepción de Arco. "Se justifican diciendo que tienen que pagar un cobro al banco por esas transacciones que en promedio es de 2%", agregó. "Lo bonito de la propuesta de ley de Oropeza es que alinearía las tarjetas de débito con las de crédito por las que se prohibe cargos extras". Es interesante anotar que esta práctica afecta especialmente a las minorías y personas de bajos ingresos que no tienen cuentas en el banco y utilizan tarjetas preparadas. Por ejemplo, el departamento del Empleo ha extendido tarjetas de débito prepagadas a los desempleados que no tienen una cuenta bancaria. Los beneficios del seguro social son dados a través de tarjetas prepagadas.