5 de mayo de 2010
La Opinion
Los fraudes relacionados con planes inexistentes de cobertura médica están proliferando rápidamente en California y el resto del país, y los latinos se cuentan entre los grupos más vulnerables frente a los timadores, advierten funcionarios federales y estatales. Recientemente, el comisionado del Departamento de Seguros de California, Steve Poizner, hizo un llamado a los habitantes a tomar precauciones contra los timadores que buscan sacar ventaja de la confusión que aún rodea la novísima Ley de Protección del Paciente y Cobertura Costeable (PPACA). Estos delincuentes se han dedicado a ir tocando de puerta en puerta, y haciéndose pasar por agentes del gobierno federal, ofreciendo a sus potenciales víctimas pólizas de seguro médico "ObamaCare". Uno de sus ardides frecuentes es decir a la gente que hay un plazo limitado de registro "abierto" en este tipo de planes. éstos despliegan anuncios de televisión que ofrecen líneas telefónicas con prefijo 800 para vender planes de seguro médico apócrifos. Estos negocios también envían mensajes por fax o correo electrónico para atraer a los incautos. Un sondeo llevado a cabo en octubre pasado por la Coalición contra el Fraude en los Seguros reveló que el 57% de las oficinas estatales antifraude informó que los engaños relacionados con cuidados médicos aumentaron con respecto a 2008. Ese incremento fue atribuido en buena parte a entidades ilegítimas que venden cobertura falsa, así como al aumento de los "planes de descuento". Algunas personas que adquieren planes pensando que son seguros integrales de cuidados médicos se han visto abrumadas con cuentas de médico y hospital de varios miles de dólares, a consecuencia de que sus seguros se han negado a cubrirlas. "Navegar el sistema de cuidados médicos puede resultar en un laberinto lleno de trampas", dijo el portavoz de Better Business Bureau (BBB), Alison Southwick. La organización informó que varias compañías han sido investigadas por las entidades reguladoras estatales por ofrecer polizas que no funcionan o planes de descuento, en lugar de cobertura real a miles de consumidores. Poizner ha urgido a desconfiar de agentes de seguros o de cualquier otra persona que los presione para adquirir una póliza. En casos de dudas, agregó, las personas pueden ponerse en contacto con el Departamento de Seguros. Además de la reforma de salud, otros factores que crean vulnerabilidad ante las estafas son la enorme población sin seguro en el estado, la alta tasa de desempleo y el costo creciente de la atención médica. Los hispanos, otras minorías y las personas de la tercera edad son los más buscados por los delicuentes. Según el Centro de Investigaciones de la Salud y políticas afines de UCLA, uno de cada cuatro residentes del estado menor de 65 años carece de cobertura médica. Esa población subió de 6.4 a 8.2 millones entre 2007 y 2009, que es el incremento más pronunciado en una década. La Coalición contra el Fraude en los Seguros ha identificado el uso de ciertas tácticas que pueden revelar a los consumidores que se encuentran frente a un pillo. Además de ser extremadamente persistentes, los agentes de pólizas apócrifas o engañosas suelen requerir que sus clientes firmen una inmediatamente, despliegan propaganda o envían mensajes donde no aparece el nombre, dirección o datos de una compañía. Algunos insisten en que se les dé un número de cuenta bancaria o información sobre la tarjeta de crédito antes de ofrecer detalles del plan o de que el interesado firme una póliza. Un plan que ofrezca primas muy bajas, que no indague sobre el estado de salud del paciente, que no presente reservas a la existencia de condiciones médicas previas y que se puede contratar con la mayor facilidad estampando la firma, no puede ser legítimo. Para verificar si un agente de seguros tiene permiso de operar o si un plan de cobertura ofrece lo que promete se puede llamar a la línea telefónica del CDI, 1- 800-927 HELP. Sin embargo, quienes venden esas pólizas falsas reclutan a agentes de seguros registrados como "vendedores".
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