3 de mayo de 2010
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NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio sobre niños del norte de California, Estados Unidos, detectó que los diagnósticos de colitis ulcerosa se triplicaron entre 1996 y el 2006 por motivos desconocidos. La colitis ulcerosa es una de las dos principales formas de enfermedad intestinal inflamatoria (EII), un grupo de trastornos causados por una inflamación crónica de los intestinos, que produce dolor abdominal y diarrea. La otra forma es la enfermedad de Crohn. Se estima que 1 millón de estadounidenses tienen EII. Pero, en los niños, poco se sabe de la epidemiología de la EII. Los autores analizaron diagnósticos de EII en menores de 17 años del plan de salud de Kaiser Permanente, en el norte de California. El equipo halló que la tasa de colitis había pasado de 1,8 casos por cada 100.000 niños en 1996 a 4,9 por cada 100.000 en el 2006. Los diagnósticos de la enfermedad de Crohn pasaron de 2,2 a 4,3 casos por cada 100.000 niños, aunque la diferencia no es estadísticamente significativa. El estudio, publicado en Journal of Pediatrics, no identificó los motivos del aumento de los casos de colitis. Pero una posibilidad sería el cambio demográfico en la región norte de California, según el autor principal, doctor Oren Abramson, gastroenterólogo pediátrico de Kaiser Permanente, en Santa Clara. En los últimos 20 años, creció significativamente la proporción de residentes asiáticos e hispanos. En el estudio, los niños asiáticos e hispanos registraron una creciente cantidad de casos de colitis ulcerosa y, a diferencia de los niños blancos, afectados por la colitis y la enfermedad de Crohn en igual proporción, los asiáticos e hispanos eran más propensos a tener colitis que Crohn. Abramson dijo que se necesitan más estudios para conocer si la occidentalización de los inmigrantes asiáticos e hispanos modifica el riesgo infantil de la colitis. Señaló también que pocos estudios habían hallado pruebas de que el riesgo de EII en ciertos grupos inmigrantes creciera luego de abandonar sus países de origen, incluidos los asiáticos que migraron a Reino Unido y los mexicanos que se radicaron en Estados Unidos. Se necesitan más estudios, dijo, sobre si los cambios alimentarios, del estilo de vida y el ambiente influyen en esta tendencia. Ese trabajo permitiría conocer los factores ambientales clave en la EII. Se desconoce la causa exacta de la EII, pero incluiría una reacción inmunológica exagerada que lesiona el tejido intestinal. Los expertos sospechan de la combinación de la susceptibilidad genética y algún disparador ambiental. Los resultados muestran un aumento de los casos pediátricos de colitis ulcerosa, pero se ignora su alcance. "Creo que podrían aplicarse a zonas en Estados Unidos con una demografía similar." Para el autor, los resultados sugieren que los pediatras deberían prestarle más atención a la EII en niños asiáticos e hispanos con dolor abdominal y diarrea. Los estadounidenses blancos tienen tasas más altas de colitis y enfermedad de Crohn que las minorías, consideradas "de bajo riesgo". Abramson dijo también que hay otros factores que también influirían en el aumento de los casos de colitis. Uno, mencionó, sería la disminución del tabaquismo desde la década de 1990. En algunos estudios, fumar está asociado con un menor riesgo de desarrollar colitis, mientras que en otros, el humo de segunda mano tendría un efecto protector. Es posible también que los pediatras estén más atentos a la EII y eso aumente los diagnósticos, dijo Abramson, aunque eso no explicaría por qué crecen los diagnósticos de colitis mientras los de la enfermedad de Crohn se mantienen estables.