26 de abril de 2010
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Washington, 25 abr (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los demócratas en el Congreso se preparan para iniciar, esta semana, la batalla legislativa para una reforma profunda del sistema de regulación de bancos y entidades financieras a la cual se opone la banca. El proceso se inicia mientras salen a luz más detalles de las supuestas maniobras por las cuales la firma Goldman Sachs se lucró apostando a la debacle de las hipotecas de alto riesgo y es ahora objeto de una investigación por fraude. El jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Read, de Nevada, pondrá a votación mañana una moción sobre si se inicia o no el debate en torno al proyecto de reforma de los mecanismos y agencias del Gobierno que supervisan las actividades del sector financiero. El líder de la minoría republicana, el senador Mitch McConnell, de Kentucky, admitió hoy en el programa "Fox News Sunday" de televisión que su partido no tiene votos suficientes para impedir que se inicie tal debate, pero cree que la legislación no está lista para aprobación. La reforma de la supervisión en el sistema bancario requiere al menos 60 votos en la cámara alto, que tiene 100 miembros. Los demócratas no cuentan con esa mayoría, pero a diferencia de lo ocurrido con la reforma del sistema sanitario, a la cual se opusieron todos los republicanos, ahora hay varios legisladores de este partido que se inclinan por apoyar esta reestructuración. Después de la peor catástrofe financiera desde la Gran Depresión de los años 1930, Obama y los demócratas parecen contar con un fuerte respaldo de la opinión pública para imponer reglas que impidan las especulaciones altamente arriesgadas y la consolidación de bancos gigantescos cuyos colapsos amenacen al sistema entero. El jefe del equipo de asesores económicos y ex secretario del Tesoro, Larry Summers, sostuvo hoy que las reformas que discutirán los senadores, si hubiesen estado en marcha antes habrían impedido el caos financiero de hace dos años. Summers mencionó en el programa "Face the Nation" de la cadena CBS de televisión la especulación con las hipotecas de alto riesgo y otros "instrumentos financieros derivados" que llevaron los bancos al borde de la quiebra y requirieron rescates por los cuales han pagado los contribuyentes. Los más de 2.500 cabilderos registrados en Washington como gestores de los intereses del sector de bancos, finanzas, seguros y bienes raíces se han movilizado intensamente y, según el diario The Washington Post, las 25 firmas bancarias más grandes han gastado más de 11 millones de dólares en los primeros tres meses del año para influir a los legisladores. Obama, en un discurso la semana pasada ante líderes de la banca en Nueva York, instó a los banqueros a que cesen su "oposición feroz" a las reformas y se unan al esfuerzo para asegurar el sistema financiero y la economía de Estados Unidos "sigan siendo la envidia del mundo". La crisis financiera, que comenzó con la especulación en el sector inmobiliario mediante hipotecas de alto riesgo convertidas en instrumentos de inversión y puso a todo el sistema en peligro a mediados de 2008, "nació de una falta de responsabilidad desde Wall Street hasta Washington", sostuvo el presidente. La "irresponsabilidad en Washington" incluyó, según se reveló esta semana, que una treintena de funcionarios de alta jerarquía en la Comisión de Valores (SEC, por su sigla en inglés) encargada de supervisar las actividades de la banca y las financieras, se dedicaran a mirar pornografía en sus computadoras gubernamentales mientras se gestaba la crisis. La banca ha sufrido otro deterioro de su imagen esta semana cuando empezaron a divulgarse mensajes intercambiados por los ejecutivos principales de la firma Goldman Sachs. El ejecutivo principal de la entidad, Loyd Blankfein, comparecerá esta semana ante el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado para ser interpelado sobre las supuestas maniobras por las cuales la firma apostó a la depreciación de las hipotecas de alto riesgo al tiempo que seguía ofreciéndolas como inversiones prometedoras a sus clientes. El presidente del subcomité, el demócrata Carl Levin, de Michigan, divulgó este fin de semana algunos mensajes internos del banco intercambiados por jerarcas de la firma mientras se agravaba la crisis de las hipotecas de alto riesgo. En uno de ellos, enviado en el otoño (boreal) de 2007, el ejecutivo de Goldman Sachs, Donald Mullen, vaticinó que la firma tendría ganancias jugosas porque las firmas calificadoras de crédito habían degradado las inversiones hipotecarias, lo cual causó pérdidas para los inversionistas. "Esto suena como que vamos a ganar cantidades sustanciales de dinero", escribió Mullen.