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  Por el libro
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22 de abril de 2010

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Washington, 21 abr (EFE).- Poca gente está familiarizada con el aspecto del billete de 100 dólares, pero la moneda de mayor valor en Estados Unidos renueva su diseño para dotarse de la última tecnología y evitar las falsificaciones.

El nuevo billete, presentado hoy por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, se pondrá en circulación el 10 de febrero de 2011 y no sustituirá a los del anterior diseño, que seguirán siendo legales, pero se retirarán del mercado poco a poco.

Esta moneda es la que más viaja fuera de Estados Unidos, dos tercios de su total circulación, y la más perseguida por los falsificadores, según el Departamento del Tesoro. Se calcula que hay unos 6.500 millones de billetes en circulación.

Para frenarlos, el Gobierno estadounidense ha trabajado durante más de una década en un diseño con elementos que identifiquen su autenticidad de forma más visible y obvia, y para dotar al papel de la tecnológica más sofisticada.

Así, el rostro de uno de los "padres fundadores" de Estados Unidos, Benjamin Franklin, se mantiene, pero un poco más grande y sin el círculo que le rodeaba desde 1914, cuando por primera vez apareció.

A su alrededor, aparece la pluma con la que se firmó la Declaración de la Independencia y unas frases de este texto, y, en el centro, se incorpora una cinta azul de seguridad con efecto 3-D, que muestra campanas y números 100 cuando se inclina el billete.

Una nueva imagen de la simbólica "Liberty Bell", la "campana de la libertad" que sonó para llamar a los ciudadanos de Filadelfia en 1776 a la primera lectura pública de la Declaración de la Independencia, se presenta dentro de un tintero y cambia de cobre a verde con el movimiento, como si desapareciese.

En la parte de atrás, la imagen del "Independence Hall", el edificio donde se firmó la Declaración, ha sido dibujado de nuevo, ampliada, sin el círculo que la rodeaba y con la parte de atrás en lugar de su fachada principal.

Otras marcas de autenticidad, que se mantienen del diseño anterior de 1996, son una marca de agua a la derecha del retrato de Benjamin Franklin, el hilo de seguridad y el cambio de color de un número 100.

Los "guardianes" de la moneda estadounidense, la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro, la Oficina de Grabado e Impresión y el Servicio Secreto, prestan una especial atención a este billete, el de más copias fraudulentas, a pesar de que sólo un 1% de todas las monedas estadounidenses son falsificadas.

El trabajo de protección, como reconoció Bernanke en un comunicado, es cada vez "más complejo ante el avance de la tecnología y la expansión e incremento de la circulación de dólares estadounidenses".

De hecho, en los últimos 25 años, el valor de estos billetes de la Reserva Federal en circulación ha crecido de 180.000 millones a 890.000 millones de dólares, un 400 por ciento de aumento.

Según el director de la Oficina de Grabado e Impresión, Larry Felix, las nuevas herramientas "dificultarán posibles falsificadores de producir billetes falsos de alta calidad que puedan engañar a los consumidores y los comerciantes".

"Uno puede protegerse a uno mismo. Sólo se tarda unos pocos segundos en comprobar el nuevo billete de 100 dólares y saber que es el real", señaló en un comunicado.

El Departamento del Tesoro ha emitido más de una veintena de diseños durante la historia de este billete. El primero de ellos salió al mercado en 1862, cuando mostraba en su cara principal una águila sobre un tronco y varios números 100 detrás tras las palabras "United States".

Para que nadie se quede sin conocer el futuro billete, el Gobierno estadounidense ha puesto a disposición del público, mediante una web, manuales educativos y emprenderá una campaña informativa en los medios de comunicación.