12 de abril de 2010
La Opinion
Si usted tiene que pagar impuestos este año y ha estado pendiente de las noticias últimamente, quizá empiece a sentirse un poco solo. Primero fue un estudio de la revista Forbes que reveló que las más grandes corporaciones del país pagan una tasa de impuestos menor que la de muchos individuos y que algunas de las más grandes como Bank of América, General Electric y Citigroup no pagarán impuestos este año. Y ahora, un análisis de las auditorías que realiza la Oficina de Recaudación de Impuestos (IRS) reveló que a pesar de recibir más fondos para ello, la agencia federal ha reducido la vigilancia sobre las más grandes empresas del país en forma radical durante años. El reporte, que se dará a conocer hoy, revela que en esta época de grandes déficit presupuestarios, el IRS está realizando 33% menos auditorías en las empresas más grandes (valor de 250 millones o más) y que apenas 25 de cada 100 de ellas son auditadas. Las auditorías del IRS son una herramienta clave para descubrir si hay errores o fraudes en la declaración de tasas cada año. Sue Long, autora del reporte que analizó documentos del IRS obtenidos por medio de la Ley de Libertad de Información (Freedom of Information Act), dijo que los resultados de la investigación son "preocupantes". El trabajo fue financiado por TRAC, de la Universidad de Syracuse. "Descubrimos que el IRS pasa mucho menos tiempo auditando declaraciones de impuestos de las empresas más grandes y más tiempo sobre los libros de las empresas pequeñas y medianas", dijo Long en una entrevista telefónica. "Sin embargo, está comprobado que las auditorías a grandes empresas rinden más dinero recuperado por hora invertida por el auditor". De hecho, las grandes empresas rinden muchísimo más al IRS comparativamente hablando: 9,354 dólares por hora de auditoría, ocho veces más que lo que rinde la revisión a pequeñas y medianas empresas. Así, no parece tener sentido que el IRS haya cortado las horas que pasa vigilando a las grandes corporaciones, sobretodo porque el número de grandes empresas tiende a aumentar. Concretamente, señala el reporte, significa que tres de cada cuatro declaraciones corporativas con valor de más de 250 millones el pasado año, no fueron auditadas. "La pregunta es, ¿cómo es posible?", apuntó Long. "¿Es que hay una razón lógica para esto? Si el IRS está recibiendo más personal y auditores, ¿cómo es posible esto?". Aún las más grandes corporaciones están siendo favorecidas con esta tendencia, que no empezó el otro día sino viene ocurriendo más o menos progresivamente desde 1988, dijo Long. Ver por ejemplo, que la tasa de auditorías en empresas con valor de más de 5,000 millones de dólares, bajó en 17% durante los últimos dos años, mientras que el IRS ha recibido fondos para contratar a un 6% más personal de auditorías. El reporte usa un lenguaje directo para valorar lo que considera una "falla de prioridades" del IRS, porque mientras esto ocurría, la presión sobre negocios pequeños –con un valor de menos de 10 millones- aumentó en 30% y sobre las medianas, un 13%. Esto desde 2005 hasta hoy. Esto ocurre justamente en momentos en que se eleva la preocupación por el gasto del gobierno y el déficit del presupuesto –actualmente 1,600 billones de dólares- y cuando comienza a surgir un movimiento anti gasto. "Pero este tema apenas se toca", señala el reporte. "El trabajo de colección de los impuestos del gobierno no ha sido tema de conversación en estos días, por parte de ninguno de los dos partidos principales, el Presidente o el Congreso". El reporte especula que parte del problema está en un sistema de cuotas para completar auditorías y que las de las grandes corporaciones toman menos tiempo que las pequeñas. Entretanto, hay otras evidencias que apuntan al menor –comparativo- pago de impuestos de empresas grandes en este país. El estudio de Forbes sobre las 25 empresas más grandes, que incluyen a tiendas como Walmart, petroleras como Exxon Mobil y Chevron, compañías como General Electric, la empresa de telecomunicaciones AT&T y el Banco de América, señala que a estos gigantes a menudo les va mejor que a el resto de los mortales –recordando que según la ley estadounidense las empresas son personas- a la hora de pagar sus impuestos. Una combinación de deducciones, exenciones, créditos y establecimiento de subsidiarias en países con menos impuestos lograron que muchas de estas empresas paguen poco o ningún impuesto este año. Como ejemplo, Forbes apunta a Banco de América, que el pasado año ganó 4,400 millones de dólares pero no pagó impuestos. ¿Por qué? Por deducciones y créditos por pérdidas, que garantizan al banco, uno de los además "rescatados" por los contribuyentes, no pagará impuestos por un buen tiempo. Asimismo, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno federal también determinó que dos de cada tres corporaciones estadounidenses no pagaron impuestos por sus ingresos entre 1998 y 2005.