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  Por el libro
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12 de abril de 2010

El Nuevo Herald

Toyota echó mano de manera rutinaria a tácticas cuestionables, evasivas y engañosas cuando fue objeto de demandas, alegando frecuentemente que no tenía información que la ley le exigía entregar y algunas veces incluso desobedeció órdenes judiciales para entregar documentos clave, según una investigación realizada por The Associated Press.

Una revisión de demandas presentadas en todo el país contra Toyota por una amplia gama de quejas --no sólo los problemas de aceleración repentina que llevaron al llamado a revisión de millones de carros-- muestra que el fabricante ocultó la existencia de pruebas negativas para su postura jurídica y alegó dificultad en conseguir documentos clave en su sede central en Japón.

La empresa también mantuvo en secreto documentos potencialmente perjudiciales y se negó a entregar información almacenada electrónicamente en sus vehículos.

Por ejemplo, en una demanda en Colorado presentada por un hombre cuya hija se mató en un 4Runner que volcó, Toyota no entregó documentos sobre pruebas internas de la resistencia del techo a pesar de la orden de un juez federal. Los abogados de Jon Kurylowicz dicen ahora que los documentos pudieran haber afectado al resultado del caso, que terminó en el 2005 cuando el jurado se pronunció a favor de Toyota.

"El Sr. Kurylowicz fue a juicio sin haber recibido todas las pruebas relevantes y todas las pruebas que el tribunal le ordenó a Toyota que entregara', expresó el abogado Stuart Ollanik en una nueva demanda federal que acusa a Toyota de fraude en el caso anterior. "El juicio de Kurylowicz no fue justo'.

En otro caso de una mujer de Texas que se mató cuando su Toyota Land Cruiser se desplazó en marcha atrás y la aplastó contra la pared del garaje, el fabricante japonés informó a los abogados de la familia de la víctima que no conocía de ningún caso similar.

Sin embargo, menos de un año antes, Toyota había llegado a un acuerdo en una demanda prácticamente idéntica en el mismo estado, en que un ministro bautista resultó seriamente lesionado cuando su Land Cruiser se desplazó marcha atrás abruptamente y lo arrolló. Según las normas de presentación de pruebas del tribunal, Toyota tenía la obligación de informar a los abogados de la mujer sobre el caso anterior cuando se le preguntara oficialmente.

"Los fabricantes de automóviles, en mi práctica han sido los más difíciles a la hora de compartir información, pero Toyota no tiene rival', dijo el abogado Ernest Cannon, quien representó a la familia de Lisa Evans, de 35 años, quien falleció en el 2002 en el suburbio de Sugar Land, en Houston.

La AP revisó numerosos casos en todo el país en que las respuestas de Toyota fueron evasivas y algunas veces incluso engañosas cuando los abogados de la parte acusadora hicieron preguntas específicas. Las normas judiciales por lo general permiten a una persona o empresa objeto de una demanda objetar la entrega de cierta información; se permite, incluso se espera, que los abogados defensores jueguen duro, pero es una infracción negar indebidamente la existencia de pruebas.

Alegaciones similares fueron presentadas por Dimitrios Biller, un antiguo abogado de Toyota que demandó a a la empresa en agosto alegando que retuvo pruebas en casos antiguos de carros volcados.

El representante Edolphus Towns, demócrata por Nueva York y presidente de la Comisión de Supervisión y Reforma de Gobierno de la Cámara de Representantes, que ha solicitado judicialmente algunos de los documentos todavía no publicados de Biller, dijo que muestran posibles infracciones a las órdenes de entrega de pruebas.

Toyota disputa las afirmaciones de Towns y las acusaciones de engaño. En una declaración a la AP, Toyota indicó que a la hora de defenderse se atiene a las reglas.

"Toyota toma muy en serio sus obligaciones jurídicas y trata de mantener el mayor nivel profesional y ético en los litigios y todo lo demás', expresó la empresa. "Tenemos confianza en que hemos actuado debidamente en los litigios relacionados con nuestros productos'.

Cómo Toyota ha manejado demandas anteriores pudiera indicar cómo hará frente a más de 130 demandas colectivas potenciales presentadas por dueños de vehículos quienes alegan que los recientes llamados a revisión han provocado una severa pérdida en el valor de sus vehículos. Por otra parte, Toyota enfrenta casi 100 demandas civiles por homicidio culposo y lesiones presentadas por víctimas que culpan sus accidentes a la aceleración repentina de los carros.

Las docenas de demandas revisadas por la AP, que abarcan los últimos 10 años, contienen alegaciones de vuelcos; bolsas de aire, transmisión y frenos defectuosos y accidentes causados por la aceleración repentina, que ha provocado el llamado a revisión de 8.2 millones de vehículos en todo el mundo. La Dirección Nacional de Seguridad en las Autopistas ha vinculado 52 muertes con los accidentes debidos a aceleración repentina.

Otras demandas analizadas por la AP revelan que:

* Toyota ocultó la existencia de pruebas de resistencia del techo de vehículos en numerosos casos. Una nueva demanda, potencialmente colectiva, presentada en California a nombre de dos mujeres que quedaron paralizadas en dos accidentes en vehículos Toyota en que el carro volcó, alega que documentos de la empresa recientemente descubiertos contradicen el testimonio bajo juramento de ejecutivos de Toyota en el sentido de que la empresa no tenía una norma oficial que determinara el grado de compresión de los techos. Los documentos en cuestión indican que Toyota sí tenía tal norma: el techo no podía acercarse a más de medio milímetro de la cabeza de los muñecos de prueba en las simulaciones de vuelcos.

"Esta conducta de Toyota es ilegal, inmoral y poco profesional', expresó el abogado E. Todd Tracy en una demanda similar que acusa a Toyota de fraude en casos antiguos. ‘‘Hay que acabar con los juegos de misterio de Toyota'.

* Toyota alegó en documentos judiciales que un Camry del 2000 "no tenía ningún componente' que registrara la velocidad en el momento de un accidente. Una mujer de Texas que demandó a Toyota afirmó que se lesionó porque la bolsa de aire no se desplegó. El caso fue a juicio en septiembre pasado y el jurado falló a favor de Toyota.

El abogado, Stephen Van Gaasbeck, de San Antonio, encontró posteriormente documentos que muestran que el Camry sí grababa tal información y que Toyota tenía la capacidad de descargarla de vehículos desde 1997, circunstancias que ahora le hacen cuestionarse la honestidad de la empresa.

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