30 de marzo de 2010
El Nuevo Dia
El Tribunal de Apelación de París confirmó hoy las penas impuestas en primera instancia a la petrolera Total y a los demás acusados por el naufragio del "Erika", que hace diez años provocó la peor marea negra frente a las costas francesas. Tal y como había solicitado la fiscalía, el fallo del Tribunal ratifica la multa impuesta a Total y a la sociedad de certificación del barco por valor de 375.000 euros, la cantidad máxima prevista por el delito de contaminación. Para los otros dos acusados, el armador y el gestor del barco, confirma también sendas multas de 75.000 euros. La sentencia aumenta las indemnizaciones fijadas para las partes civiles hasta los 200,6 millones de euros, frente a los 192,5 millones estipulados en primera instancia por el Tribunal Correccional de París. En el juicio en apelación, que quedó visto para sentencia el pasado 18 de noviembre tras siete semanas de sesiones, el grupo petrolero y los demás acusados volvieron a declararse inocentes de todos los cargos que se les imputaron por la catástrofe. Sin embargo, la sentencia dictada hoy mantiene que la multinacional cometió un fallo de "imprudencia" porque no podía ignorar que el petrolero era "potencialmente peligroso". Por ello, le considera responsable del "perjuicio ecológico" que causó su hundimiento en 1999 ante las costas de Bretaña, donde provocó una marea negra que se extendió a lo largo de 400 kilómetros de costa y contaminó a más de 150.000 aves. En primera instancia, el Correccional había reconocido, por primera vez en Francia, el "perjuicio ecológico" que la catástrofe causó a cada una de las entidades territoriales y de las asociaciones de defensa del medio ambiente afectadas por la marea negra.