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  Por el libro
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23 de marzo de 2010

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NUEVA YORK (Reuters) - La reforma al sistema de salud de Estados Unidos está siendo elogiada en círculos políticos como el mayor cambio en política de salud en cuatro décadas, pero la legislación ha dejado a algunos estadounidenses divididos y confundidos.

"No sé sobre ella", dijo Kathy Ivcich, una agente de bienes raíces de 53 años de Chicago, mientras mostraba a clientes una casa en Chicago.

"Es por eso que tengo que ver las noticias esta noche para informarme, porque no tengo idea si, o cómo, me afectará como una contratista independiente", señaló.

Aunque la aprobación de la ley sobre el sistema de salud en el Congreso apareció en los titulares el lunes, en el centro de Manhattan varias personas se encogieron de hombros cuando se les pidió comentar, diciendo que no sabían lo suficiente al respecto.

Sin embargo, Patrick Gill, de 48 años, quien vive en Manhattan y trabaja para New York City Off Track Betting, dijo que vio el debate y la votación del domingo por la Cámara de Representantes y expresó alegría por el resultado.

"No estoy seguro de que alguien la haya leído completa (la legislación (...) Personalmente, tengo cobertura en mi compañía, así que no estoy seguro de que vaya a tener un impacto directo en mí", aseveró.

"Pero hay mucha gente pasando por muchos malos momentos en como resultado de no tener suficiente cobertura y es por ellos que estoy contento con este resultado", afirmó.

John Mendell, de 62 años, un regulador bancario retirado en Naples, Florida, dijo que aunque creía que había problemas en el sistema de salud que debían ser solucionados, la reforma lo preocupaba.

"Los recortes en Medicare me preocupan y también el precio final que tendremos que pagar por esto, creo, mucho mayor del que la CBO (Oficina de Presupuesto del Congreso) indicaría", expresó.

"Pero es de esperar que en 2012, los republicanos tomen la presidencia y revoquen las partes repugnantes de esta ley", sostuvo.

Melliza Taipe, quien vive en el distrito de Queens en la Ciudad de Nueva York y es dueña de un pequeño negocio de muebles para el hogar, dijo que apoyaba el proyecto pero no estaba segura de cómo afectaría su negocio.

"Creo que (Obama) tomó la decisión correcta, pero supongo que necesito más información", sostuvo.

Por su parte, Doug Hill, un asistente legal de 32 años de Los Angeles, no era partidario de la reforma.

"No soluciona el problema principal que es que el seguro cuesta demasiado y muchas personas no pueden costearlo", concluyó.