15 de marzo de 2010
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NUEVA YORK (AFP) - El Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal de EEUU (Fed) se reunirá el martes próximo en un ambiente de mayor crecimiento, que, sin embargo, no determinará un cambio en su política de tipo de interés cercano a cero, vigente desde hace 15 meses. Esta será la primera reunión de un día que prevé el Comité de Política Monetaria de la Fed (banco central) tras el pánico financiero de septiembre de 2008. Este detalle es en sí mismo un signo de la recuperación económica de Estados Unidos: dada la gravedad de la crisis, la Fed había decidido que todas las reuniones periódicas sobre política monetaria podrían extenderse hasta dos días para permitir una mejor reflexión en torno a las decisiones a adoptar. Si bien el riesgo de una recaída en la actividad estadounidense parece desaparecer, los funcionarios de la Fed creen que la reactivación iniciada en el verano boreal, deberá avanzar lentamente en 2010. El alto desempleo (del 9,7%) seguirá pesando en el gasto familiar, mientras el acceso al crédito continuará restringido incluso para las empresas. "La economía está en un proceso de recuperación" y observa "un fortalecimiento gradual" con un crecimiento en Estados Unidos y alrededor del mundo, dijo el viernes el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, advirtiendo que el proceso podría ser muy largo. Bajo estas condiciones, los analistas de mercado son casi unánimes al afirmar que la Fed no alterará la tasa de casi cero que rige desde mediados de diciembre de 2008. Ante la falta de inflación, el Comité de Política Monetaria (FOMC) está totalmente inclinado a mantener la tasa casi por el suelo para apoyar el crecimiento, que sigue siendo frágil, según el presidente de la Fed, Ben Bernanke. Ya que no se esperan sorpresas con las tasas, los economistas y los mercados observarán de cerca los términos empleados por el Comité para referirse a la situación. La reunión del martes es una oportunidad para los miembros del FOMC para ampliar sus debates sobre la estrategia anticrisis del banco central. La FED dejó de lado su política de apoyo al crédito y la líquidez para permitirle a la economía estadounidense continuar su rumbo tras el apogeo de la crisis. Queda por perfeccionar la forma en que actuará para retirar toda la liquidez que inyectó en la economía, que podría provocar una severa inflación.