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  Por el libro
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12 de marzo de 2010

La Opinion

Se le podría llamar la salida del mal menor, un nuevo programa del Gobierno Federal para ayudar a quienes no pueden sobrellevar los pagos de su hipoteca: la venta rápida o "short sale".

Esta fórmula, cuyos detalles aún no han sido revelados, ofrece incentivos monetarios al propietario y al banco para que acepten vender una propiedad a un costo inferior al saldo de la deuda.

El primero pierde su casa pero salva su hicrédito y tiene la oportunidad de volver a adquirir otra propiedad cuando sus condiciones financieras mejoran. El segundo pierde la suma adeudada, pero en cambio se ahorra los costos de ejecución y el riesgo de que su inversión se deteriore. Además, facilita la reventa de la propiedad.

La venta rápida es una de las opciones que los agentes de bienes raíces y algunas organizaciones que asesoran a los propietarios morosos, tradicionalmente ofrecen a los propietarios como alternativa al embargo.

El plan del gobierno, conocido por sus siglas HAFA, provee mil dólares al banco acreditante por cada venta rápida que apruebe, y 1,500 adicionales si existe un segundo préstamo. El propietario recibe 1,500 para gastos de reubicación.

El programa, que entrará en vigor el 5 de abril, está destinado a los propietarios que no reúnan los requisitos para una modificación de hipoteca.

Jon Maddux, director ejecutivo de YouWalkAway.com, sostiene que el plan está condenado al fracaso. Según él, en el actual entorno recesivo y de desempleo no hay suficientes compradores para cerrar el circuito de la venta rápida. y en los casos en que una propiedad tiene una segunda o tercera hipoteca el proceso se vuelve casi inviable."En algunas ocasiones", agregó, "los bancos hacen más dinero ejecutando una propiedad que aceptando una venta rápida".

En última instancia, dijo, el prestamista tiene la última palabra, y no el gobierno.

Hasta ahora, la estrategia principal del gobierno para ayudar a los propietarios que se encuentran al borde del embargo ha sido el Programa de Modificación de Préstamos Hipotecarios (HAMP), que creó un plan de incentivos para que las instituciones modifiquen los términos del préstamo.

Sin embargo, solo un pequeño porcentaje de los propietarios cuyos bancos les ofrecieron un plan de modificación de prueba, obtuvieron un cambio permanente"De entrada no nos parece una buena idea, preferimos que el gobierno priorice en la reducción del capital [de la deuda]. Es lo que se necesita en California", comentó Tram Nguyen, portavoz de la organización California Reinvestment Colation (CRC).

"Si el gobierno pone el acento en las ventas rápidas, quienes van a beneficiarse son los inversionistas y especuladores", aseguró.

El Departamento del Tesoro no respondió a un pedido de La Opinión para que explicara el programa HAFA y para que respondiera algunas preguntas sobre este.

Daniel Rodríguez, director de desarrollo económico de East LA Community Corporation (ELACC), dijo que dado que el programa HAMP ha tenido un éxito limitado, ahora el gobierno federal requiere que los bancos obtengan la documentación completa sobre los ingresos de los propietarios antes de otorgar un plan de modificación de prueba.