11 de marzo de 2010
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NUEVA YORK (AP) - Un número preocupantemente alto de pacientes estadounidenses que se someten a angiografías para detectar padecimientos cardíacos no tienen problemas significativos, advirtió un estudio. Se trata de la investigación más reciente que sugiere que los estadounidenses se someten a demasiadas pruebas médicas. Los autores del estudio dijeron que sus conclusiones sugieren que los médicos deben determinar mejor cuáles pacientes debe ser sujetos a los costos y riesgos de una angiografía. La prueba implica un riesgo pequeño, pero real _menos de 1%_ de causar una apoplejía o un ataque cardíaco, y además implica exposición a radiaciones. "Podemos hacer algo mejor. No tengo dudas", dijo el doctor Ralph Brindis, de la Universidad de California en San Francisco, uno de los autores del estudio. Cada año en Estados Unidos, más de un millón de personas se someten a una angiografía, en la que una delgada cánula es insertada en el brazo o la ingle y extendida hasta el corazón para detectar la presencia de arterias bloqueadas que pudieran causar un infarto. Un tinte es inyectado en el tubo para hacer visibles los posibles bloqueos con rayos X. Los angiogramas a menudo son hechos a pacientes que pudieran estar sufriendo un infarto cardiaco o tienen síntomas que indican la posibilidad de un bloqueo arterial grave. Se practican también a menudo a personas que tienen síntomas menos claros, como pérdida del aliento, o sin síntomas, pero con características riesgosas, como colesterol alto, o con un resultado anormal en otro examen cardiaco. Esos representan entre 20 y 30% de los casos de angiografías. En el estudio, casi dos terceras partes de los pacientes en ese segundo grupo no presentaron bloqueos considerables. Los autores del estudio no pudieron establecer por qué tan pocos de ellos resultaron tener padecimientos cardiacos. Pero el doctor Harlan Krumholz, un cardiólogo de Yale no vinculado al estudio, dijo que el problema surge porque los médicos temen perderse algo y ser demandados. "Tememos hacer muy poco", dijo. "Yo pienso que hemos desarrollado una cultura en la que la gente piensa que hacer más y saber más es siempre lo apropiado. Y eso a veces nos lleva a usos excesivos". Los investigadores dijeron que se necesitan más estudios para determinar cómo seleccionar mejor a los pacientes para angiografías. Por ahora, los expertos sugieren que los pacientes en la categoría analizada por el estudio interroguen a sus doctores sobre la necesidad de la prueba, sus riesgos y alternativas. Para decidir si alguien necesita una angiografía, los médicos evalúan el estatus médico y los síntomas del paciente, y usualmente emplean una prueba menos invasiva, como un ultrasonido del corazón o una prueba ergométrica. Es ése el proceso que debe ser modificado, dijo el estudio, publicado en la edición del jueves de la revista New England Journal of Medicine. Los autores del estudio sugirieron que los doctores deberían estar menos inclinados a realizar angiografías en pacientes sin síntomas, un grupo que compuso 30% de los estudiados.