10 de marzo de 2010
Primera Hora
Washington.- Toyota llamará a revisión en Estados Unidos el Prius de los modelos 2004 a 2009 después de que uno de estos vehículos sufriera ayer, lunes, en California un incidente de aceleración involuntaria, señaló hoy la edición digital del periódico The Wall Street Journal. Pero la fecha todavía no es conocida porque el fabricante todavía no ha encontrado una solución para el defecto en esos modelos, añadió el rotativo. Ayer, James Sikes, de 61 años de edad, denunció que su Prius aceleró de forma incontrolada hasta alcanzar 90 millas por hora mientras circulaba en una autopista en las cercanías de San Diego. Sikes pudo llamar a los servicios de emergencia para alertar sobre la situación y un agente de policía a bordo de un vehículo pudo ayudar al conductor a detener el Prius sin que nadie resultase herido. El incidente es similar al que en agosto de 2009 causó la muerte a cuatro personas cuando viajaban en un Lexus (la marca de lujo de Toyota) que aceleró de forma incontrolada en otra autopista de California. Antes del mortal accidente, el conductor del vehículo, Mark Saylor, de 45 años, consiguió llamar por teléfono a los servicios de emergencia para informarles de que su "acelerador está atascado" y solicitar ayuda. Pero segundos después el vehículo se salió de la carretera a una velocidad de 120 millas por hora provocando la muerte de sus cuatro ocupantes. El incidente de ayer se produjo pocas horas después de que Toyota celebrase una meticulosa rueda de prensa para desmentir el testimonio ofrecido por un especialista del automóvil ante el comité del Congreso que investiga los defectos de los vehículos del fabricante japonés. La compañía dijo que sus pruebas demuestran que la investigación del profesor David Gilbert, de la Universidad Meridional de Illinois, que demostró que es posible que los vehículos de Toyota aceleren de forma incontrolada, es "poco realista" y prácticamente imposible en la realidad. Pero Toyota también reconoció ayer que las pruebas realizadas para desmontar las acusaciones de Gilbert no responden la cuestión de si los problemas de aceleración incontrolada denunciada por algunos conductores de Toyota es fruto de un defecto en el software de los vehículos. La firma japonesa sólo aseguró que tiene "confianza de que la electrónica no es la causa" y que no ha "visto ninguna evidencia de ello". Precisamente Sikes declaró ayer que antes del accidente había llevado su Prius al concesionario pero había sido informado de que su vehículo no estaba afectado por las llamadas a revisión que han obligado a reparar unos 8 millones de automóviles de Toyota en Estados Unidos. Según The Wall Street Journal, la empresa nipona está trabajando para implementar una solución que impida que los pedales del acelerador de los Prius de los modelos 2004 a 2009 se queden atascados, como le sucedió a Sikes.