3 de marzo de 2010
La Opinion
WASHINGTON, D.C,— Ocho días después de que el Senado aprobó su primer proyecto de ley sobre trabajos, en la Cámara de Representantes la propuesta no ha tenido un camino fácil. Esto a pesar de la presión de la Casa Blanca y el liderazgo del Congreso. Acuerdos es lo que se necesita ahora en la Cámara de Representantes. Esto luego que el primer proyecto de ley de trabajos aprobado por el Senado, llegara a la asamblea para encontrar objeciones, tanto por parte del Caucus Afroamericano como de los demócratas conservadores o Blue Dogs. La iniciativa que tendría un costo total de 15 mil millones de dólares, incluye una expansión en el uso del programa de bonos tributables que ayuda a estados y municipios a juntar capital en proyectos de construcción. El proyecto contiene recursos para programas de tránsito y carreteras y una extensión de recortes tributarios a los negocios que gastan en inversiones de capital como compras de equipo y maquinaria, Esto, además de créditos tributarios para empleadores que contraten nuevo personal. No obstante, el Caucus Afroamericano emitió una declaración la semana pasada, donde su presidenta Bárbara Lee (D-CA) aseguraba que el proyecto aprobado por el Senado era "decepcionante". "Cuando se les dio la oportunidad para crear trabajos y enfrentar el creciente desempleo, el Senado respondió con algo mínimo. Un acercamiento para ir lento hará poco para resolver los problemas de la nación. Es crítico que los soluciones incluyan no sólo a los pequeños negocios pero que den entrenamiento a trabajadores, el uso de programas federales existentes y un enfoque en la creación de empleos en las comunidades con índices más altos", dijo Lee. Por otra parte, los demócratas conservadores tienen reparos en cuanto al costo a largo plazo de la iniciativas. Consultado por La Opinión, el vocero de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-CA) aseguró que "se continúa trabajando y se espera tener un proyecto que genere empleos pronto". Los demócratas están conscientes de los posibles costos políticos que pueden acarrear las trabas en el área de trabajos. No es extraño entonces que ayer el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, (D-Md.) dijera en su rueda de prensa semanal que el proyecto se votará posiblemente el "próximo jueves", lo que puede indicar un probable acuerdo entre las partes. De hecho, fuentes al interior del Capitolio dijeron a La Opinión ayer que los mayores obstáculos están en un acuerdo con los demócratas conservadores, pero que existen "expectativas sobre su resolución". "El no llegar a un arreglo refleja una falta de enfoque hacia el tema más importante enfrentado el pueblo: la economía. No es bueno para los demócratas, porque nuevamente les hace recordar a los votantes que el Congreso no esta cumpliendo su deber y pone en duda si este partido es el mejor capacitado para estar en control del Capitolio", dijo el vocero de la conservadora Fundación Heritage, Israel Ortega. No obstante, es importante considerar también, que los legisladores suelen poner reparos propuestas cruciales para el liderazgo, para conseguir avances en temas importantes en su agenda y generar compromisos en proyectos futuros. Un punto que sólo se verá públicamente durante las próximas semanas.