1 de marzo de 2010
El Nuevo Herald
Hace tres meses la idea sonaba genial: otorgar a los propietarios de vivienda un crédito de $6,500 para encontrar un nuevo lugar para vivir, lo que le daría al mercado inmobiliario un muy necesitado impulso. Hasta el momento, muy pocos han aprovechado la oferta. El gobierno federal prorrogó en noviembre un crédito fiscal de un máximo de $8,000 para los que no hayan tenido casa propia durante tres años. Este crédito ayudó a impulsar las ventas el verano y el otoño pasados. Con el fin de aprovechar ese impulso, el gobierno añadió un crédito por un máximo de $6,500 para los que tienen vivienda propia, con la esperanza de que salgan a buscar casa este invierno y primavera. Pero agentes de bienes raíces de todo el país dicen que el nuevo crédito ha hecho poco por aumentar las ventas, por diferentes razones. El desempleo se mantiene casi al 10 por ciento y la confianza del consumidor está bajando. Los precios de la vivienda se han estabilizado en algunos mercados pero todavía están una tercera parte por debajo de su cota máxima del 2006. Grandes cantidades de personas que quieren vender están empantanadas porque sus propiedades valen menos de lo que deben en la hipoteca. Y el fuerte invierno ha hecho que la gente se dedique a palear nieve en vez de preparar sus viviendas para compradores en potencia. "Nadie está diciendo que necesita comprar una casa antes que el crédito expire', dijo Tim Surratt, agente de Greenwood King Properties en Houston. E; crédito fiscal para los propietarios tenía por fin estabilizar los precios e impulsar la economía, pero el mercado inmobiliario se mantiene vulnerable. Las ventas de casas nuevas y de uso bajaron en enero y el índice de solicitudes de crédito de la Asociación de Banqueros Hipotecarios recientemente bajó a un mínimo de dos años y medio. Además, el porcentaje de propietarios que buscan comprar se mantuvo sin cambio entre enero y febrero, según una encuesta entre 1,500 agentes inmobiliarios por parte de Campbell Communications e Inside Mortgage Finance. El gobierno del presidente Barack Obama ha inyectado miles de millones de dólares al mercado inmobiliario con la esperanza de que saque al país de los problemas económicos. Los esfuerzos de modificación de préstamos en peligro de ejecución han fracasado en lo fundamental. Así las cosas, cientos de miles de viviendas con precio descontado llegarán al mercado este año, abrumando un sector desesperado por equilibrar la alta oferta con la baja demanda. "Este es un gran problema que necesita armas de grueso calibre, y el crédito fiscal no es suficiente', dijo Roberton Williams, investigador del Centro de Política Fiscal en Washington.