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  Por el libro
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26 de febrero de 2010

El Nuevo Dia

El desencanto provocado por los vales de $200 para la compra de enseres energéticamente eficientes no sólo se ha manifestado entre los solicitantes del cupón sino que se ha extendido a los comercios.

Esto debido a los gastos extraordinarios en los que tienen que incurrir para recoger y reciclar el equipo reemplazado, según comerciantes entrevistados ayer.

La inversión y el trámite han resultado tan fastidiosos y complicados para ciertos comercios que algunos han optado por no aceptar el "voucher" a pesar de que aparecen en la lista de tiendas participantes publicada por la Administración de Asuntos Energéticos, que maneja el programa federal de vales.

"Es una trampa. No es costo-efectivo para nosotros usar eso, nos cuesta sobre $200 (el trámite). No he cogido ningún vale por eso", afirmó Henry Ramírez, gerente de Cabo Rojo Discount.

A modo de ejemplo, mencionó que si aceptara el vale tendría que buscar el equipo viejo, llevarlo donde un técnico para que le remueva el gas refrigerante o el aceite y emita una certificación, y después transportarlo hasta el centro de acopio más cercano, que en su caso ubica en Salinas.

"Un comerciante de pequeño negocio cogiendo esos vales pierde $100 en una nevera", insistió.

Por el mismo motivo han rechazado las boletas en las mueblerías Comercial Juana Díaz localizadas en Canóvanas y Juncos.

"Estuvimos hablando con un técnico y sólo por llevarlo a remover el gas nos cobra $100, más el acarreo al centro de reciclaje", dijo Enid Méndez, vendedora en el local de Canóvanas, quien dijo que aparentemente nadie le consultó a la empresa para incluirla entre las tiendas participantes.

"Si es que esto lo tiraron y no nos informaron nada, yo no sé nada de nada", dijo al criticar al gobierno.

Pero la situación no es exclusiva de los pequeños negocios. Noely Cruz, director de Operaciones de la tienda de enseres A la Orden Discount, reconoció que su incursión en el programa de descuentos no obedece a ningún interés económico sino al deseo de participar en una iniciativa con un fin ambiental.

"Que la gente no se crea que esto es un negociazo para las mueblerías. Salimos mejor los comerciantes vendiendo el equipo con un descuento, sin tener que invertir, sin recoger nada ni presentar certificado, pero como queremos participar en el proyecto por la responsabilidad con el ambiente, pues los hacemos", aseguró.

Los enseres clasificados "energy star" consumen menos energía, lo que resulta en un ahorro para el usuario en su tarifa de luz e impacta menos el ambiente al reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.

Cargos adicionales

Para paliar esa carga económica, las mueblerías requerirán a sus clientes un pago adicional por el recogido del equipo viejo.

En el caso de A la Orden Discount, la tienda asumirá los costos del servicio de los técnicos, pero cobrará un cargo que comienza en $20 por el traslado del producto hacia el centro de acopio.

Mientras, Sears facturará un total de $65, que incluye la entrega del equipo nuevo, el recogido del que se sustituirá y los costos relacionados con todo el proceso de reciclaje.

Algunos comercios más pequeños, como la Mueblería Samary en Moca, saben que tendrán que cobrar algo más, pero al presente desconocen cuánto, pues eso dependerá del costo de los servicios del técnico de refrigeración.

Comienzan las ventas

Mientras, el flujo de clientes buscando redimir sus vales aumentó ayer, pero algunos llegaron hasta las tiendas y se macharon con la intención de devolver la boleta al percatarse de que no tenían dinero suficiente para pagar la diferencia del costoso equipo y que sólo aplicaba para reemplazo.

ése fue el caso en Mueblería Samary, adonde arribaron cerca de 10 personas con el descuento y se marcharon poco después tras conocer en detalle las reglas de uso, según la dueña Carmen López.

El panorama en el vecino San Sebastián fue totalmente distinto, ya que antes del mediodía el asociado de ventas Juan Borges reportó que se habían vendido en Sears alrededor de 15 enseres utilizando el "voucher".

En San Juan, Cruz indicó que en A la Orden Discount se habían efectuado cerca de 12 transacciones con los cupones.

"La tienda ha estado llena, las llamadas telefónicas no han parado. Esto ha sido como si fueran Navidades", dijo.

El mismo entusiasmo se percibió en la mueblería RM Discount, en Comerío, pero muchos de los consumidores tuvieron que irse con las manos vacías pues el equipo que buscaban no estaba disponible al momento.

El personal de la tienda procedió entonces a tramitarles su orden para honrarles el descuento luego, explicó la vendedora Minerva Pagán.