25 de febrero de 2010
Univision.com
WASHINGTON (AP) - Un número considerable de personas ingiere una dosis de sodio nada saludable debido a que comen pollo inyectado con salmuera, de acuerdo con defensores de los consumidores y criadores. La práctica, en la que se inyecta agua con sal a los pollos, es cada vez más común y constituye un engaño para los consumidores en dos aspectos: su salud y sus bolsillos. Los clientes ingieren más sodio del recomendado por los nutricionistas y además les cuesta porque las inyecciones aumentan 15% el peso al producto. Dos organizaciones, una de criadores y una de defensores del consumidor, junto con la senadora Barbara Boxer exhortaron el miércoles al Departamento de Agricultura a que impida a los procesadores que etiqueten el pollo como "ciento por ciento natural". Asimismo solicitaron al Departamento de Agricultura que aclare la práctica de las inyecciones, la cual es conocida con los nombres de rellenado o aumentado. Los criadores y defensores de los consumidores no han propuesto que se prohiba la práctica de inyectar al pollo con salmuera, pero sí que se regule el contenido específico en las etiquetas del producto. Los estadounidenses consumen al año más de 9.070 millones de kilogramos (20.000 millones de libras). En los últimos dos años, la proporción de pollo inyectado con salmuera (agua con sal) aumentó de 16 a 30% en las tiendas, dijo la Federación de Criadores de Pollo de California. Los consumidores pagan 2.000 millones de dólares más por los productos de pollo que compran por libra (casi medio kilo) debido al peso añadido con las inyecciones de agua con sal, dijo Boxer, demócrata por California. "En estos tiempos difíciles, nuestras familias no deberían de pagar 2.000 millones de dólares por agua con sal, de la que ni están enteradas, ni desean y obviamente ni necesitan", apuntó. Casey Owens, profesora adjunta del Departamento de Ciencias Avícolas, dijo que una de las razones por las cuales los procesadores inyectan con salmuera el pollo es porque los consumidores prefieren el sabor y la textura del producto. "La práctica mejora la calidad comestible del producto", dijo Owens. "También mejora la textura tierna del producto", agregó.