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  Por el libro
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22 de febrero de 2010

El Nuevo Herald

Los consumidores recibirán un muy esperado alivio en materia de las costosas y engañosas prácticas de las compañías de tarjetas de crédito cuando las nuevas normas de la nueva ley que gobierna el sector, denominada CARD, entren en vigor el lunes.

La Ley CARD, que el presidente Barack Obama firmó el 22 de mayo, cambia significativamente la forma en que los emisores de tarjetas de crédito pueden enriquecerse.

En vez de aumentos de tasas de interés arbitrarios, cargos exorbitantes y cálculos confusos, los emisores tienen que ser ahora más transparentes al establecer e informar los términos de sus ofertas y , como resultado, más prudentes en la forma en que manejan el riesgo de crédito.

En respuesta a la ley, la mayor de los emisores ya han implementado nuevos cargos y estructuras de interés para recuperar parte de los ingresos que perderán con las nuevas reglas. Los cambios significan que conseguir una tarjeta de crédito será no sólo más difícil, sino también más caro.

Por ejemplo, 35 por ciento de las ofertas de tarjetas en el cuarto trimestre del 2009 tenían un costo anual, el mayor porcentaje en 10 años, según la firma de investigación de mercado Synovate. Esas ofertas tenían un interés anual promedio de 13.5 por ciento, el mayor en cinco años.

La Ley CARD no resolverá todas las quejas del consumidor sobre las tarjetas de crédito, pero les ahorrará miles de millones de dólares y someterá a los emisores a un escrutinio mucho mayor de parte de legisladores, autoridades normativas, defensores del consumidor y los propios clientes.

"Esta ley le indica al sector de tarjetas de crédito que el Congreso ha nivelado el campo de juego, que las reglas han cambiado, que algunas de las prácticas que conocemos afectaban a los clientes y tienen que parar', dijo Nick Bourke, gerente del Proyecto Safe Credit Cards del Pew Charitable Trusts.

La primera fase de la ley entró en vigor en agosto del 2009 y exige a los emisores que notifiquen con 45 días de anticipación a los clientes de cualquier cambio en la tasa de interés y que los estados de cuenta se envíen por lo menos 21 días antes de la fecha de pago para poder aplicar cargos por tardanza de pago.

Los cambios que entran en vigor el lunes son mucho más fuertes. Con excepción de las tarjetas con tasa variable de interés, las nuevas reglas prohíben los aumentos de interés en saldos a menos que el clientes esté por lo menos 60 días en mora.

Si un cliente en mora paga a tiempo seis meses seguidos, la ley exige que la tasa de interés de penalización se reduzca al nivel anterior.

Esto ahorrará a los consumidores por lo menos $10,000 millones al año, según Bourke. Es el cambio más importante para los consumidores porque prohíbe los aumentos de interés punitivos sobre saldos existentes, que incluye la tristemente célebre "mora universal', en que un pago tardío en una cuenta puede provocar un aumento de la tasa en otra cuenta.

Sin embargo, es importante señalar que los emisores pueden imponer moras universales y otros cargos sobre nuevas compras. La Ley CARD protege sólo a los saldos existentes de tales aumentos.

Las nuevas reglas también exigen que los pagos por encima del mínimo mensual vayan a los saldos con mayores tasas. También exige el consentimiento de los clientes antes de aplicar cargos sobre transacciones que excedan los límites de crédito. Pero la ley no afecta los cargos por pagos tardíos.