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  Por el libro
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19 de febrero de 2010

El Nuevo Dia

TOKIO - El presidente del gigante japonés Toyota Motor, Akio Toyoda, aceptó hoy explicar ante el Congreso de EEUU los problemas que han llevado a llamar a revisión a más de ocho millones de los vehículos de la marca, pese a haberlo descartado inicialmente.

La razón fue la invitación formal recibida del titular del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara Baja, Ed Towns, quien pidió al responsable del líder mundial del motor que responda ante la "creciente confusión" sobre la seguridad de sus coches.

La audiencia legislativa, prevista para el día 24, investigará la respuesta de la empresa nipona a posibles fallos en la aceleración de sus coches, a los que se han sumado recientemente las dudas sobre el software del sistema de frenado de sus híbridos y la dirección del Corolla, el automóvil más vendido del mundo.

En total, son alrededor de 8.5 millones los coches Toyota que deberán pasar por los talleres en todo el mundo, sobre todo en EEUU y Europa, entre ellos su popular Camry y su avanzado Prius, primer híbrido líder de ventas en Japón.

La primera llamada a revisión masiva de Toyota se produjo en noviembre pero a finales de enero la crisis estalló con crudeza, con la paralización de la producción de ocho modelos en EEUU y la extensión a gran parte del mundo de nuevas inspecciones de millones de vehículos.

Desde que comenzó 2010 los problemas no cesan para el gigante nipón del motor, especialmente en la combativa opinión pública de Estados Unidos, donde algunos medios cifran en 34 las víctimas mortales de los aceleradores defectuosos de Toyota.

"Estoy contento de hablar directamente con el Congreso y con la población estadounidense...hablaré con total sinceridad", dijo hoy Akio Toyoda, nieto del fundador de la empresa nipona, que hace dos días rechazó viajar a Washington y delegó esa complicada tarea en su responsable en EEUU.

No es la primera vez que el dubitativo ejecutivo de 53 años, presidente desde hace siete meses, ha optado por pasar a segundo plano desde que estalló la crisis de Toyota, la mayor en sus 70 años de avance imparable, hasta lograr en 2008 el liderazgo mundial del motor.

Akio Toyoda tardó dos semanas en convocar su primera rueda de prensa, el pasado 5 de febrero, para pedir perdón por los problemas creados a los consumidores y defender que sus coches son seguros, el mismo discurso que planteará ante los legisladores estadounidenses.

El Gobierno nipón se mostró hoy satisfecho con la decisión del presidente de Toyota Motor de testificar ante el Congreso de EEUU, donde esta empresa, la primera de Japón, ha creado 200.000 empleos, como recordó el ministro de Economía, Masayuki Naoshima.

"Sea ante el Congreso o en una rueda de prensa, lo mejor es que Toyoda lo explique él mismo a la población estadounidense y que clarifique cómo se han manejado los problemas y cómo va a recobrar la confianza de los consumidores", indicó Naoshima.

El ministro de Transporte, Seiji Maehara, fue algo más duro, al señalar que, aunque es "bueno" que el primer ejecutivo de Toyota haya decidido acudir a la audiencia del Congreso estadounidense, no debería haber dudado en el primer momento.

"Es una lástima que haya habido ese giro de 180 grados. Espero que Toyota responda con rapidez, atención y responsabilidad", apuntó Maehara, uno de los ministros más activos del Gobierno nipón ya que acaba de concluir la negociación de la quiebra de la aerolínea JAL.

Akio Toyoda, que a diferencia de otros ejecutivos japoneses habla inglés con fluidez pues estudió un MBA en EEUU, no ha decidido de momento si utilizará ese idioma o el japonés para dirigirse al Congreso norteamericano en una audiencia que se augura complicada.

"Estoy dispuesto a aceptar las críticas por nuestro manejo de la situación. Quiero promover la comprensión de nuestra posición entre los clientes y en EEUU", dijo hoy ante los periodistas en la sede de la compañía en Nagoya (centro de Japón).