18 de febrero de 2010
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DETROIT/TOKIO (Reuters) - El presidente de Toyota, Akio Toyoda, dijo que no tiene planes de testificar ante los investigadores de Estados Unidos, con lo que fijó su posición en la disputa que mantiene con ese país en medio de la crisis de seguridad que castiga la reputación de la empresa. Su decisión de enviar a otro ejecutivo a las audiencias del Congreso sobre los masivos retiros de automóviles, en vez de ir él mismo, no fue algo que los legisladores estadounidenses querían oír. Toyoda, nieto del fundador de la automotriz, de 77 años, dijo que creía que su representante en América del Norte, Yoshimi Inaba, era la elección lógica para testificar. "Tengo plena confianza en la gerencia de Toyota Motor North America, liderada por Inaba, y creo que es el mejor para testificar", dijo Toyoda en una conferencia de prensa en Tokio. El representante Darrell Issa, el principal republicano de la comisión de Supervisión de la Cámara baja, dijo que respaldaría una citación para forzar la presencia de Toyoda. Quiere que explique como manejó una serie de retiros que involucró a más de 8,5 millones de vehículos en todo el mundo por problemas con los frenos y con un pedal que provocaba una aceleración no intencional. Toyoda dijo que planeaba visitar Estados Unidos a futuro, pero que aún tenía que definirse cuál era el mejor momento. Consideraría testificar "cuando y si" fuera requerido, añadió. "Me enfocaré en la reforma interna para mejorar la calidad y respaldaré a Inaba desde nuestra sede central", dijo Toyoda. La conferencia de prensa de Toyoda se produjo después del anuncio de la automotriz de que interrumpiría aún más la producción en Estados Unidos para equiparar la caída de las ventas, y mientras los reguladores de Estados Unidos comenzaron una investigación sobre si actuó oportunamente en los retiros. El tema ha dado un golpe devastador a la reputación de calidad, seguridad y confiabilidad de Toyota, que hasta no hace mucho eran la envidia de la industria de autos. Hasta 34 muertes producidas en accidentes han sido adjudicadas a la aceleración no intencional de vehículos Toyota desde el 2000, según quejas de consumidores presentadas ante los reguladores de Estados Unidos. La estadounidense Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Autopistas ha dicho que cree que cinco muertes están relacionadas con la alfombra del piso del conductor y ninguna con el problema del "pedal trabado". El sistema de frenos manuales de Toyota, similar a otros usados por varias automotrices, reduciría el poder del motor cuando se usan los pedales del freno y del acelerador al mismo tiempo. CRECIO MUY RAPIDO Toyoda dijo que la automotriz más grande del mundo podría haber crecido demasiado rápido, desatendiendo el entrenamiento adecuado del personal para asegurar que la calidad no fuera perjudicada. "La regla básica del sistema de producción de Toyota es solo construir tantos autos como demanda hubiera, y nosotros quebramos esa regla", dijo en su tercera conferencia de prensa en tres semanas. Toyota dijo que establecería centros de entrenamiento para mejorar la calidad en todo el mundo, tanto como lo hizo para entrenar a su creciente personal en el extranjero sobre el famoso proceso de fabricación de Toyota. Toyota dijo que también asignaría un director general de calidad en cada gran región como parte del "Comité Especial para la Calidad Mundial" anunciado a comienzos de este mes. RECORTE DE LA PRODUCCION Toyota planea cerrar la producción en dos de sus fábricas estadounidenses por un total de al menos 11 días, para equiparar la caída de las ventas, apenas a una semana de reanudar la producción de ocho modelos retirados en seis plantas estadounidenses. Los últimos recortes arrojan mayores dudas sobre el ritmo de recuperación de las ganancias de Toyota, después que la empresa hubiera estimado hace dos semanas que los retiros golpearían sus ventas mundiales en 100.000 unidades en el año financiero que finaliza en marzo. "No hay dudas que las ventas están sufriendo (en Estados Unidos)," dijo Mamoru Kato, analista de Tokai-Tokyo Securities. "Han estimado un impacto de 100.000 unidades para este año financiero. Si esto se multiplica a varios cientos de miles en el próximo año (financiero), podría llevar a una caída en las ventas anuales, y un gran golpe a las ganancias," dijo. Toyoda dijo que los recortes en la producción habían estado bastante dentro de las expectativas y que creía que la empresa podría frenar mayores caídas en las ventas, aunque era imposible asegurarlo. Las acciones de Toyota han caído un quinto desde el reciente máximo del 21 de enero, eliminando más de 25.000 millones de dólares en capitalización de mercado.