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  Por el libro
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15 de febrero de 2010

La Opinion

Marco López abrió el estado de cuenta de su tarjeta de crédito y se encontró con que le avisaban de un aumento en el interés variable, que ahora pasaba a 29.9%.

Le comunicaban, sin embargo, que por medio de un "programa" especial, pagando a tiempo cada mes, se lo bajaban un 70%, al 8% que pagaba hasta entonces; pero si se atrasaba, entonces automáticamente quedaría en el interés más alto permanentemente.

Esta complicada transacción es una de las muchas formas en que los bancos están tratando de "curarse en salud" ante una nueva ley que, a partir del lunes 22 de enero, les prohíbe una serie de prácticas usadas para maximizar ganancias a costa de sus clientes.

"Están haciendo cosas increíbles, sin precedentes", dijo Josh Frank, analista del Centro para Préstamos Responsables en Washington, una organización pro consumidor. "Estamos hablando de aumentar el interés, sin razón, a personas que tienen buen crédito y a niveles nunca vistos, más aún que antes".

En casos como el de López, el banco —uno de los más grandes del país, que recibió un millonario rescate de los contribuyentes— trata de evadir varias de las nuevas medidas que regulan cuándo y cómo pueden cambiar el interés de una tarjeta.

Por ejemplo, la nueva ley indica que si se aumenta el interés como represalia por un pago tardío —ese pago debe volver al interés anterior si el cliente paga a tiempo durante seis meses. En este caso, como el interés bajo es un "programa" y el 29.9% es el oficial, no tendrían que reducirlo nunca.

La Ley de Responsabilidad de Tarjetas de Crédito fue aprobada el año pasado y algunas cláusulas entraron en vigor entonces, pero la mayoría comienza este febrero 22.

Entre los cambios más significativos está la incapacidad de los bancos de cambiar las tasas de interés sobre balances ya existentes; sólo pueden hacerlo sobre nuevas compras. Hay un par de excepciones para tarjetas con tasas variables o morosidad mayor de 60 días.

Otro cambio: no podrán imponer penas o aumentos por retrasos o impago de otras cuentas del tarjetahabiente. Como muchos saben, ésta era una práctica común de muchos bancos: retrásate en otra cuenta y te penalizaremos en ésta por considerarte de "alto riesgo".

Tampoco podrán cobrar tarifas por pasarse del límite de crédito, a menos que el cliente afirme que quiere protección para las compras que excedan ese límite.

Los estados de cuenta, por otra parte, tendrán que estar escritos y organizados en forma más clara. Debe incluir además una información que presenta claramente el riesgo de pagar únicamente el balance mínimo: cuántos años tomará pagar el balance y cuánto costará en intereses.

Otro cambio que la industria ha deplorado: de ahora en adelante, un joven entre 18 y 21 años necesitará un fiador para recibir una tarjeta de crédito.

Mientras los defensores del consumidor están medianamente satisfechos con la nueva ley, las empresas de tarjetas de crédito y expertos cercanos a la industria predicen una reducción en el crédito y aumentos en las tasas de interés, que atribuyen en parte a la nueva ley.

"Desde que se firmó esta ley en mayo pasado se han acelerado los aumentos de interés, ya que las empresas están tratando de contrarrestar su efecto", señaló Curtis Arnold, fundador de un sitio web, CardRatings.com, financiado en parte con publicidad de las tarjetas de crédito.

"Las empresas ya estaban sufriendo debido a la economía y al aumento en la morosidad y deudas imposibles de cobrar; esta ley agravará las pérdidas", agregó Arnold.

Expertos como Arnold señalan que los límites obligarán a los bancos a reducir las líneas de crédito y aumentar el costo del mismo. La economía se resentirá, advierten, y las personas de menores recursos, así como los jóvenes, tendrán menos acceso a crédito.

Pero hay quienes opinan que los beneficios son mayores que los riesgos y que la bondad o maldad de una medida depende de quien lo juzgue.

"Personalmente pienso que es bueno limitar el acceso de crédito a jóvenes menores de 21 años, no veo la necesidad de tanto crédito a estudiantes", señaló Tracy East, directora de la campaña pública de CESI Debt Solutions, una organización de asesoría sobre crédito.

"Todavía falta ver el verdadero impacto de estos cambios. Seguro que algunos serán positivos y otros no tanto", agregó East.

Un sondeo realizado por CESI halló que sólo un 77% de los hispanos está consciente de que habrá un cambio en las leyes de tarjeta de crédito. East señala que "lo más importante es estar informado, por lo que deben leer muy bien todo lo que reciban de su tarjeta de crédito o de cualquier llamada que reciban, no ignoren esos avisos, que vienen cambios importantes".

Mitch Frankly, profesor asistente de contaduría en la Escuela Whitman de la Universidad de Syracuse, dijo que los cabilderos de los bancos hicieron todo lo posible por retrasar los cambios cuando se discutía la ley en el Congreso y que desde que ésta se aprobó hace casi un año hasta la entrada en vigencia de muchas de estas provisiones "ya se ha hecho mucho daño".

Pero otros lo ven con más optimismo. Hay prácticas que ya no se podrán realizar y queda por ver qué nuevas estarán por inventar.

"Creo que sí van a ayudar al consumidor, pero también deben recordar que en un principio los estados de cuenta pueden llegar a asustar. Lo que pasa es que ahora los bancos tendrán que ser más honestos y decirte exactamente lo que te va a costar la tarjeta", señaló Frank. "Esto es algo que nunca tuvieron que hacer antes".

QUé CAMBIA

Las siguientes serán algunas de las medidas obligatorias bajo la nueva ley:

1. 45 días de aviso antes de aumentar el interés.

2. Tras un aumento de interés por retraso en pago y seis meses de pago a tiempo, deben bajar de nuevo el interés al anterior.

3. No aumentos al interés hasta 12 meses después de abrir la tarjeta, o seis meses si el interés era una promoción especial.

4. Sólo se puede calcular interés por el balance del presente mes y no en promedio de los dos últimos meses, como muchas tarjetas hacían hasta ahora.

5. No se permite el aumento de tasas cuando se falla en otra cuenta que no tiene nada que ver con dicha tarjeta, como una cuenta telefónica o un préstamos estudiantil.

6. No se permiten más cargos por pasarse del límite a menos que el cliente aprobara previamente un programa para el pago de cargos en exceso del límite.

7. Bancos deben enviar estados de cuenta 21 días antes de la fecha debida.

8. El envío de pago en el día debido antes de las 5 de la tarde debe ser considerado "a tiempo".

9. Debe informarse al cliente en el estado de cuenta cuánto tiempo tardará en pagar el saldo si sólo manda el mínimo, así como los intereses que se pagarán.

10. La fecha máxima para el pago debe estar claramente escrita en el estado de cuenta.

11. Las condiciones de la tarjeta deben aparecer en la internet.

12. Las personas menores de 21 años que quieran tarjeta deben obtener un fiador, sea padre, guardian u otra persona mayor de 21 años capaz de apgar la misma si el tarjetahabiente no lo hace.

13. No se permiten incentivos como una calculadora gratis o una camiseta, para estudiantes que firman la solicitud de tarjeta en o alrededor del campus estudiantil