15 de febrero de 2010
La Opinion
"¿Y qué surgió primero, el huevo o la gallina?" Tan antigua como esta cómica discusión es la otra disyuntiva que de vez en cuando oímos: "¿Qué es mejor, comprar o alquilar un auto?" En realidad, esta respuesta es muchísimo más fácil que la primera: si te gusta estrenar carro nuevo cada dos o tres años, y si no tienes dinero para comprar con una entrada grande… estas dos razones te incluyen en la lista de los que deben alquilar en vez de comprar. Claro, antes de decidirte a rentar tu auto, también tienes que tener en cuenta las condiciones que te ofrezca la agencia, así como estos aspectos básicos: • No te guíes sólo por la cantidad del pago mensual ofrecido: el agente podría hacerte lucir apetitoso hasta el peor arreglo. Antes de alquilar, entiende bien en qué consiste el negocio y si de verdad te conviene. • Si alquilas por la duración de la garantía del fabricante, nunca tendrás que pagar por arreglos grandes. • Aunque puedes alquilar sin dar una entrada, si puedes poner un poquito de dinero al principio te bajarán los pagos mensuales. • Si terminas un contrato de arrendamiento antes de la fecha acordada, te puede costar mucho dinero. • También tendrás que pagar de más por cada milla adicional que conduzcas por encima de la cantidad que indica el contrato. • Como el auto no es tuyo, no puedes ni cambiarlo, ni pintarlo ni mejorar sus equipos. • No lo trates mal: piensa que al final del contrato puedes —si quieres y te gustó manejarlo— comprarlo por una cantidad predeterminada al principio del arreglo. • Firma sólo contratos "close-end", pues al final de éstos, si el auto vale menos de lo que se estimó al inicio, la compañía (no tú) absorberá ese costo. De todos modos, alquila una marca de auto que se deprecie poco; así pagarás menos. ¿Y LA GARANTíA EXTENDIDA? Cuando compres un vehículo nuevo, seguramente te ofrecerán una garantía extendida. Pero antes de decir que sí, piensa si esa cobertura realmente tiene ventajas para ti. Sólo si planeas conservar tu auto durante largo tiempo te convendría tener una garantía extendida, pues considera que la del fabricante siempre cubre los primeros años. Por otra parte, si el auto que te interesa tiene una excelente reputación, probablemente una cobertura extendida estaría de más.