Inicio  








  Por el libro
Bookmark & Share

10 de febrero de 2010

La Opinion

La avalancha de demandas legales contra la empresa Toyota Motor Corporation continúa en ascenso. Hasta el momento más 25 denuncias colectivas han sido presentadas en las cortes de California a nombre de consumidores que alegan haber sido afectados porque la empresa no dio a conocer los defectos de sus modelos oportunamente.

Se estima otras tres docenas de casos se litiguen en cortes de 25 estados. Entre los supuestos afectados están empresas de transportación, traslado de tóxicos y, desde ayer, un grupo de accionistas de Toyota en California, quienes alegan pérdidas monetarias significativas tras la caída del valor de sus acciones.

En la querella, los inversionistas denuncian que la empresa de autos emitió reportes falsos respecto a la situación financiera de la empresa y nunca reveló el defecto en el sistema de acelerado de los modelos.

Otros sectores que también pudieran resultar arrastrados por la oleada de procesos es la fábrica de componentes electrónicos que manufacturó los pedales del acelerador defectuosos, CTS Corporation, así como concesionarios de Toyota de todo el país.

David Wright, socio de la firma McCuneWright, en Redlands y especialista en acciones de clase de los productos defectuosos, indicó que es aún prematuro estimar el monto total al que podría ascender el caso, así como el número de afectados.

Sin embargo, una de las demandas de clase presentadas el 5 de febrero en la Corte del Distrito Norte de Florida busca mil millones de dólares en daños y perjuicios para sus representados.

Las demandas de clase están compuestas por un grupo de compradores de modelos defectuosos que han sufrido algún daño o merma económica por los errores de la empresa automovilística.

En Houston, el esposo de una mujer que perdió la vida por problemas con el pedal de acelerador está pidiendo una compensación de 200 millones de dólares.

Y los litigios parecen apenas comienzan a surgir. Wright indicó que a raíz de que los defectos salieron a la luz pública han recibido una oleada de llamadas telefónicas de consumidores preocupados.

En Los ángeles, Michelle Akaragian, de la agencia de legal Mardirossian & Associates, quien persigue uno de los casos contra Toyota, afirmó que los consumidores se sienten estafados, ya que durante meses reportaron los defectos pero los concesionarios los responsabilizaron de las fallas.

"La gente está enojada, se siente engañada. Muchos no buscan ni siquiera demandar, sólo quieren ayudar, contribuir con su testimonio en apoyo a los casos de las víctimas", recalcó Akaragain. Agregó que en las próximas semanas más denuncias serán llevadas a corte.

En el escenario de muerte o daños físicos, los casos se resolverán sin mayor complicación a favor de las víctimas o sus familiares; sin embargo, el obstáculo mayor será para los compradores que argumentan haber sufrido angustia emocional y la devaluación de su automóvil, coincidieron expertos legales entrevistados por La Opinión.

Los consumidores tendrán que probar daños económicos reales y mostrar que sus reclamaciones son lo suficientemente consistentes como para merecer la certificación de clase por los tribunales federales.

Pero Tim Howard, profesor de la Universidad Northeastern en Boston y especialista en litigios de consumo, estima que no existirá resistencia en los tribunales, ya que las investigaciones han demostrado que la empresa pudo haber resuelto este problema hace seis meses o un año atrás y no lo hizo.

Históricamente el proceso contra la empresa Toyota es el más alto en su tipo, seguido por el caso de la investigación emprendida por el Congreso a raíz de una serie de accidentes mortales provocados por neumáticos de la marca Firestone en 2000.

Hasta el momento no está claro qué posición tomará Toyota respecto a las demandas de clase. En un comunicado la empresa declaró que está reforzando su equipo legal, y su legión de expertos en relaciones públicas para salvar su reputación y enfrentar la avalancha de litigios.

La compañía reconoció haber gastado 4 millones de dólares el año en cabildeos gubernamentales y ha pedido a sus distribuidores que contacten a los miembros locales del Congreso.

Bailey Wood, portavoz de la Asociación Nacional de Distribuidores de Automóviles, dijo que alrededor de 60 de los 1,200 concesionarios Toyota en EEUU estarán de visita en Washington esta semana para entregar el mensaje de que la automotriz emplea a 34,000 personas en el país y representa 164,000 puestos de trabajo entre concesionarios y proveedores de partes.

Toyota anunció el 26 de enero que dejaría de vender ocho modelos por defectos con el pedal de acelerador. La empresa retiró del mercado 2.3 millones de vehículos con esa falla. Anteriormente, otros 4.2 millones de vehículos habían sido detectados con problemas con las alfombras de piso.

Con información de AP