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  Por el libro
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6 de febrero de 2010

El Nuevo Herald

El filántropo y financiero de origen cubano Alberto Vilar fue condenado hoy en Nueva York a una pena de nueve años de cárcel por el fraude financiero con el que estafó millones de dólares a los clientes de su firma de inversión.

Vilar, reconocido entre los círculos artísticos de Nueva York gracias a su labor filantrópica en entidades como la pera Metropolitana de la ciudad, tendrá además que pagar una multa de $25,000 y devolver más de $22 millones, la cifra más intereses que se ha dictaminado que Vilar estafó a sus clientes.

'Las personas necesitan poder confiar en sus asesores financieros. Si esos asesores utilizan los bienes de sus clientes como si fueran propios, la confianza en todo el sector queda afectada y eso es peligroso', aseguró el juez Richard Sullivan al hacer pública la sentencia contra el financiero, de 69 años.

Vilar se encuentra en prisión desde 2008, cuando fue hallado culpable de estafar a sus clientes, con la ayuda de su socio Gary Tanaka, entre los años 1986 y 2005, al solicitarles fondos con pretensiones falsas y apropiarse de ellos para subsanar la deuda de su firma, Amerindo Advisors, entidad que contaba con sedes en Nueva York y San Francisco (California).

Tanaka, que gestionaba la oficina de Amerindo en Londres, fue sentenciado también este viernes a cinco años de cárcel y a hacer frente a una multa de $20,000.

'Vilar y Tanaka van a rendir finalmente cuentas por sus actos delictivos y por traicionar la confianza de sus clientes', dijo por su parte en un comunicado el fiscal del Distrito Sur de Manhattan, Preet Bharara, quien aseguró que ‘‘para que los mercados de capital funcionen, es necesaria la integridad de sus participantes'.

Según recogen medios locales, Vilar defendió este viernes ante el juez la táctica de inversión seguida por su firma y aseguró, como habían acordado la Fiscalía y la defensa, que contaba con $48 millones congelados en una cuenta para cubrir los cerca de $20 millones que reclaman sus clientes.

'Lamento profundamente los inconvenientes que hayan podido sufrir nuestros 14,000 clientes. Afortunadamente, sólo hay cinco víctimas. Estoy seguro en un 95 por ciento que se les pagará y no sufrirán ninguna pérdida', dijo Vilar.

El ex financiero alcanzó notoriedad y cientos de clientes con el boom tecnológico de principios de siglo, pero, según explicó la Fiscalía durante el juicio, con el estallido de la burbuja de las "punto.com', Amerindo Advisors se sumió en niveles de deuda importantes que solventó usando el dinero de sus clientes.

Vilar se suma así a una larga lista de financieros que han acabado rindiendo cuentas ante la Justicia como consecuencia de fraudes millonarios, entre los que destaca el caso de Bernard Madoff, así como el de una trama de información privilegiada que ha afectado a directivos de empresas tan conocidas como Intel e IBM.

La revista Forbes situó en 2002 a Vilar entre las personas más acaudaladas de Estados Unidos, consecuencia en parte de sus arriesgadas y exitosas inversiones en empresas de informática y del sector tecnológico a fines de la década de los años noventa, cuando llegó a amasar una fortuna de $950 millones.

También ganó notoriedad por los centenares de millones de dólares que entregó o prometió a asociaciones musicales, culturales, caritativas o centros médicos, aunque algunas de esas donaciones no llegaron a hacerse efectivas por problemas de liquidez.