3 de febrero de 2010
El Nuevo Herald
WASHINGTON -- El principal funcionario del transporte en el gobierno del presidente Barack Obama criticó el martes duramente a Toyota Motor Corp., por reaccionar muy lentamente a las preocupaciones sobre un problema de seguridad en sus pedales a gas. El secretario del Transporte, Ray LaHood, sugirió en una entrevista con The Associated Press que la empresa automotriz se mostró "un tanto sorda" ante las evidencias de que había problemas en sus productos. LaHood señaló que los funcionarios federales de seguridad en Estados Unidos tuvieron que "despertar" a la empresa para que se diera cuenta de la gravedad de los problemas de seguridad que llevaron a la postre a retirar del mercado millones de vehículos, incluidos varios de modelos populares como el Camry y el Corolla. Los pasos dados por los funcionarios estadounidenses incluyeron una visita a las oficinas de Toyota en Japón, para convencer a los ejecutivos de que tomaran medidas. "Ellos debieron haber tomado esto en serio desde el comienzo, cuando comenzamos a discutir el asunto con ellos", dijo LaHood a la AP. "Quizás se mostraron un tanto sordos en materia de seguridad". LaHood dijo también que el gobierno contemplaba sanciones civiles para Toyota, por su manejo del retiro de los autos, pero se negó a dar detalles. Las multas potenciales fueron reportadas originalmente por el diario Detroit News. La mayor multa en la historia de la industria automotriz se impuso en el 2004, cuando General Motors pagó 1 millón de dólares por tardar mucho en el retiro de casi 600.000 vehículos, por un defecto en los limpiaparabrisas. El funcionario no fue el único en opinar que la reacción de Toyota fue lenta. En realidad, los consumidores también tuvieron una reacción negativa, tanto en Estados Unidos como en otros países. Sin embargo, una encuesta de ABC News encontró que 63% de los estadounidenses siguen calificando favorablemente a Toyota en general, y que 72% ven el problema del pedal como un incidente aislado. Alrededor de un cuarto de los encuestados dijo que el retiro redujo sus probabilidades de comprar un automóvil de Toyota. La encuesta se realizó por teléfono del 28 al 31 de enero entre 1.012 adultos. Tuvo un margen de error de más o menos 4 puntos porcentuales. Uno de los principales ejecutivos del gigante automovilístico japonés dijo el martes que el daño causado por el retiro global de casi 4,5 millones de vehículos pudiera ser mayor que el causado por problemas previos de calidad, a causa de la enorme escala de la nueva falla. "Esto no tiene precedentes a causa del enorme problema que ha causado para los consumidores", dijo Shinichi Sasaki, que supervisa el control de calidad para el mayor fabricante mundial de automóviles. Dijo que era demasiado pronto para dar una cifra sobre el costo final del retiro, pero Tatsuo Yoshida, un analista del sector para UBS en Tokio, estimó que se estima que costará unos 900 millones de dólares. Dijo que las pérdidas de ventas ya están costando a Toyota otros 155 millones de dólares semanales. El retiro, para reparar un problema potencial que haría que el pedal desgastado se atasque cuando es pisado cubre unos 2,3 millones de vehículos solamente en Estados Unidos. La compañía ha retirado millones más a causa de alfombras que pueden trabar el acelerador. Toyota se disculpó con sus usuarios el lunes y dijo que una pieza de acero, del tamaño de una estampilla, resolverá el problema con el pedal. La pieza es para mitigar el desgaste excesivo entre dos piezas del acelerador. Las reparaciones tomarán media hora por unidad y comenzarán en unos pocos días. La empresa insistió en que la solución, presentada seis días después de detener temporalmente la venta de algunos de sus modelos más populares, había sido sometida a pruebas rigurosas y resolverá el problema para toda la vida del vehículo. Después de una semana en la que los conductores de un Toyota dijeron que estaban preocupados por la seguridad de sus autos y en la cual los distribuidores se sintieron frustrados por la falta de información de parte de la compañía, la empresa señaló que trabajará para recuperar la confianza de sus clientes. "Sé que los hemos decepcionado", dijo Jim Lentz, presidente de Toyota Motor Sales USA, en un mensaje por video.