29 de enero de 2010
La Opinion
NUEVA YORK.— Distribuidoras Toyota en todo el país fueron inundadas de llamadas ayer por parte de conductores preocupados, pero tenían pocas respuestas un día después de que la compañía anunciara que detendrá la venta y fabricación de ocho modelos debido a defectos en los pedales del acelerador. Toyota insistió en que el problema —aceleración repentina e incontrolable— era "rara e infrecuente", y dijo que las agencias deberían lidiar con los clientes caso por caso. Pero los conductores de Toyotas y aquellos que comparten los caminos con ellos quedaron en la incertidumbre. En una decisión sin precedente, la compañía anunció la noche del martes que dentendrá las ventas de los ocho modelos —que constituyen más de la mitad del volumen de ventas de Toyota en Estados Unidos—, a fin de arreglar los pedales del acelerador. La semana pasada, Toyota hizo el retiro de los mismos ocho modelos, afectando a 2.3 millones de vehículos. Una firma privada dijo que había identificado 275 choques y 18 muertes debido a la aceleración repentina e incontrolable en Toyotas desde 1999. En North Palm Beach, Florida, Clare Roden llegó a una concesionaria Toyota preocupada por el Camry 2010 que había comprado recientemente. Se tranquilizó cuando le dijeron que no tenía problema con su acelerador. "No quise salir en la I-95 porque la gente no conduce bien ahí de cualquier manera", dijo Roden mientras esperaba a que su carro fuera revisado. "Quería llegar aquí lo más pronto posible". El dueño de la agencia, Earl Stewart, comentó que alrededor de la mitad de sus carros habían resultado afectados por la decisión de retirarlos, un gran golpe para su negocio. Agregó que los clientes habían llegado en multitud con temores sobre el acelerador en todos los modelos. De hecho envió a algunos a casa con carros en intercambio. "Estaban muy asustados", dijo. "Mucha gente está preocupada de que su acelerador se atore y se vean involucrados en un accidente". Más allá de ello, la suspensión a una escala sin precedentes de las ventas de automóviles Toyota en Estados Unidos por culpa de un acelerador defectuoso es un fuerte golpe a la reputación de excelencia de la firma japonesa y además pone en peligro sus ingresos. Los repuestos deficientes son fabricados por un abastecedor estadounidense, pero también han sido detectados en vehículos hechos en Europa, dijo ayer un directivo de la empresa. Toyota Motor Corporation reconoció que aún no decidió qué hacer en el Viejo Continente. Toyota suspendió además la producción en seis plantas de montaje en Norteamérica a partir de la semana que comienza el 1 de febrero. No precisó la fecha para reanudar las operaciones. El momento no podía haber sido peor para la empresa. Hace dos años superó a General Motors como la mayor empresa automotriz del mundo. Ahora, apenas iniciado 2010, cesará la producción en su mayor mercado cuando necesita desesperadamente vender automóviles allí, tras sufrir el año pasado su primera pérdida anual. El cese de las ventas y fabricación afecta a varios de los modelos más populares en Estados Unidos, incluyendo los sedanes Camry y Corolla y el modelo utilitario deportivo RAV 4, cuyas ventas aumentaron el mes pasado. Además, el problema podría extenderse a Europa, donde se usa un acelerador similar, dijo la vocera de Toyota Ririko Takeuchi. No quiso precisar el número de vehículos afectados. "En Europa, el número y modelos potencialmente afectados están siendo considerados", dijo Philippe Boursereau, vocero de Toyota Francia. Toyota dijo que no estaba al tanto de accidentes o heridos causados por el problema, aunque no podía descartarlos con seguridad. La interrupción de las ventas pone en duda la estrategia de crecimiento del ex presidente de la firma Katsuaki Watanabe, un especialista en la reducción de costos que hizo de Toyota la primera vendedora de vehículos del mundo en 2008, dijeron los analistas.