29 de enero de 2010
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Orlando (Florida), 28 ene (EFE).- El absentismo escolar sin justificación es vigilado de cerca por la fiscalía de Florida que puede imponer hasta penas de cárcel a los padres que permiten que sus hijos falten a clases. Un estudiante puede ser considerado como ausente ("truant") si acumula 15 faltas sin excusas legítimas en un calendario de 90 días, con o sin el conocimiento de sus padres, lo que supone una ofensa criminal menor de primer grado, penalizada con multas o cárcel para los padres, bajo las leyes de Florida. Pese a que el principal objetivo del programa Intervención Temprana del Ausentismo Escolar (ETI)- un esfuerzo conjunto de las juntas escolares y las fiscalías de distrito de Florida-, es maximizar la asistencia y así mejorar el rendimiento académico y prevenir conductas delictivas provocadas por el ocio, muchos padres ignoran las leyes y terminan enfrentando a la justicia. "Referir a los padres a la fiscalía es un último recurso que empleamos cuando todos los demás intentos por hacer que se aseguren de que sus hijos asistan a la escuela fallan", dijo a Efe James White, supervisor de registro de asistencia escolar de la Junta Escolar del condado Osceola, en el centro del estado, donde más de la mitad de sus 42.000 estudiantes es de origen hispano. Según White, el absentismo en exceso ha mejorado en ese condado, después de que empezaron a implementar el ETI en 2005. "Teníamos un absentismo del 11 por ciento que disminuyó y en estos momentos mantenemos una asistencia del 95 por ciento", dijo White, quien añadió que en Osceola "tenemos 16 casos de ausentismo escolar crónico que son revisados por la Fiscalía". Cuando el diálogo falla, los estímulos no funcionan y el estudiante continúa faltando a clases, el ETI entonces utiliza técnicas punitivas dirigidas principalmente a los padres, como ha sido el caso de Sonia María López, de 52 años, residente de Orlando, quien fue acusada esta semana de contribuir a la delincuencia de menores por no asegurarse de que sus hijos de 12 y 13 años asistieran a la escuela. López, cuyos dos hijos faltaron a la escuela 108 de los 180 días del calendario escolar del año pasado, negó su responsabilidad en el absentismo excesivo de sus dos hijos, alegando que ambos están envueltos en pandillas. La mujer aseguró a las autoridades que ha llegado incluso "a esconderles la bicicleta, pero siguen vendiendo drogas", y que "después que los dejo en la parada, (del autobús escolar) no es mi responsabilidad si van o no a la escuela". La hispana fue encontrada culpable y sentenciada a 108 días de cárcel, uno por cada ausencia escolar de sus hijos. El absentismo escolar no sólo afecta el rendimiento académico de los estudiantes, sino también es una fuente de cultivo de potenciales criminales, según informes del Departamento de Justicia Juvenil de la Florida (DJJ), que indican que los delincuentes juveniles que tienen que ser ubicados en programas de residencia "típicamente faltan a la escuela sin permiso, se dan de baja de la escuela, o les va mal académicamente". El dato es avalado por estadísticas del Centro Nacional de Justicia Juvenil, que explican que el 54 por ciento de los casos judiciales juveniles en Estados Unidos envuelven a estudiantes con ausencias escolares excesivas. En ese sentido, 46.956 menores entre las edades de 10 a 17 años fueron arrestados en Florida durante 2009, según el reporte anual del FDJJ, publicado en octubre pasado y que aunque no se refiere al absentismo escolar directamente como causa delictiva, indica que la mayoría de los arrestos tuvieron alguna relación con la escuela. Asistir a la escuela es una ley cuyo castigo varía de estado en estado. En Arizona, por ejemplo, los padres pueden ser multados con hasta 500 dólares y 30 días de cárcel y en Maryland, se arriesgan a perder ciertas asistencias públicas. En Florida, además de cárcel para los padres, los menores a partir de los 16 años pueden perder el privilegio de obtener o mantener una licencia de conducir si no van a la escuela de manera regular.