25 de enero de 2010
El Nuevo Dia
La hipoteca revertida es un producto financiero con el cual los adultos mayores pueden sacarle dinero a su casa y seguir viviendo en ella sin tener que pagar mientras la ocupe. Lo ideal es utilizarlo como un vehículo para mejorar su calidad de vida al poder financiar sus necesidades básicas y apremiantes. Puede usarlo para complementar lo que recibe de Seguro Social o de retiro, pagar una persona que lo cuide y sufragar los gastos de medicamentos, entre otras. Comprometer su casa para viajar, sin saber con qué pagará sus necesidades futuras podría no ser buena decisión. Para María Ocasio Rivera, de 67 años y residente en Hato Rey, esa opción le permitió saldar una hipoteca que no podía pagar. Llevaba cuatro meses sin pagar y con su cheque de $785 como maestra retirada, del que le sobran $300, no veía una salida. Su casa debía $89,000 y tasó $169,000. "Yo había hablado con mis hijos de que se me hacía difícil y me estaba creando más problemas de salud", dijo y explicó que tiene hipertensión y diabetes. "No me arrepiento porque peor era perder la casa. El día que yo falte que se las arreglen", sostuvo. Como cualquier producto financiero, es vital que analice cuidadosamente si es la mejor opción a base de sus necesidades económicas, qué otras alternativas tiene para conseguir dinero y la cantidad que recibirá en esa transacción. Debe saber que, aunque para cualificar tiene que tener un mínimo de 62 años, mientras más joven sea, menos dinero le dan. Para calcular el empréstito, se considera el tiempo de vida que podría quedarle porque el banco no recibe el repago del préstamo, usualmente, hasta después de que el cliente fallece. El préstamo también hay que pagarlo si se muda de la vivienda. Si tiene 62 años, el préstamo tasa su propiedad y le da cerca del 48% de ese valor, explicó Margarita Delgado, directora de la División Unifamiliar de FHA para Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Esa deuda aumenta diariamente a base de la tasa de interés que se aplica, que suele ser más alta que la de las hipotecas regulares, advirtió Roberto Baerga, presidente de Consumer Credit Counseling Service (CCCS). Los gastos de cierre también tienden a ser más altos. Explicó que una nueva versión de este producto facilita comprar una nueva casa. La persona vende la vivienda actual y con la ganancia paga parte del costo de la nueva casa. El resto, lo financia bajo los términos de una hipoteca revertida. Por reglamento federal, los interesados deben tomar una orientación y pasar un examen en CCCS o One Stop Career Center, únicas entidades certificadas por el Departamento de la Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) federal. Baerga sostuvo que no es obligatorio que vayan con sus hijos, aunque éstos pueden ir si desean. Al final de la orientación, que cuesta $125, se le da un certificado que debe llevar al banco. Pero, Baerga explicó que si el educador deduce que la persona no entiende o sospecha que hay un fraude en proceso, retiene el certificado.