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  Por el libro
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22 de enero de 2010

El Nuevo Dia

WASHINGTON — El presidente Barack Obama arreció hoy su guerra contra Wall Street con una propuesta de amplio alcance para endurecer las regulaciones que fiscalicen la actuación de los grandes bancos.

"Tenemos que hacer esto", insistió Obama en la Casa Blanca. "Si esta gente quiere pelear, estoy listo para pelear".

Fue un duro mensaje populista del presidente a Wall Street, a la que acusa de haber abandonado al estadounidense medio. El mandatario insistió que el gobierno debería tener los poderes para limitar el tamaño y la complejidad de las grandes instituciones financieras y su capacidad para adoptar decisiones de alto riesgo.

Insistió que no es apropiado que los bancos hayan desarrollado sus operaciones con la protección ofrecida a los servicios bancarios regulares.

"Debemos adoptar reformas de sentido común que protejan a los contribuyentes estadounidenses y la economía estadounidense de futuras crisis", dijo Obama. "Aunque el sistema financiero es mucho más fuerte hoy que hace un año, sigue operando bajo las mismas normas que casi ocasionaron su colapso".

Obama estuvo acompañado al hacer el anuncio por el presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, que encabeza el Consejo Asesor de Recuperación Económica del mandatario, y William Donaldson, presidente de la Comisión de Bolsa y Cambio bajo el presidente George W. Bush. Volcker y Donaldson son partidarios de imponer mayores restricciones a los bancos.

La reforma de las normas financieras es uno de los temas pendientes en la agenda legislativa de Obama que parece posible tras perder el martes los demócratas la liza senatorial de Massachusetts. La Casa Blanca repitió la exigencia de Obama de crear un organismo independiente de protección financiera al consumidor dentro de sus reformas. Empero, en uno de los caballos de batalla en el Senado, contrario a la idea. La Cámara de Representantes aprobó ya su versión.

La nueva propuesta de Obama intenta limitar las especulaciones de los bancos comerciales e impedir que las instituciones financieras tengan tal fuerza que su bancarrota plantee un peligro para el sistema económico del país.

"Cuando se ve más y más integrantes del sector financiero creando transacciones y participando en especulaciones temerarias y oscureciendo los riesgos subyacentes de forma que unas pocas personas ganan sumas obscenas de dinero pero no aportar valor alguno a la economía — y de hecho pone a la totalidad de la economía en un gran riesgo — algo tiene que cambiar", dijo Obama en una entrevista difundida el jueves.

La elección de Scott Brown al escaño que durante casi medio siglo ocupara Ted Kennedy borró la supermayoría de 60 bancas que necesitaba el gobierno en el Senado de 100 bancas para impedir las tácticas dilatorias de la oposición. Así, está en peligro el proyecto más caro de Obama, la reforma general del sistema de salud. También pone en duda otros proyectos y pone en tela de juicio el discernimiento político, la influencia y la popularidad del presidente y sus colaboradores demócratas en el Congreso.