13 de enero de 2010
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WASHINGTON (Reuters) - Es común que los adolescentes estadounidenses presenten pequeñas cantidades de plomo en la sangre, las cuales estarían dañando sus riñones, informaron investigadores locales. El equipo halló evidencia de daño renal temprano en chicos con niveles de plomo muy por debajo de lo que suele ser considerado peligroso e indicó que eso podría causar enfermedad renal más adelante en sus vidas. "Por lo que sabemos, este es el primer estudio que muestra que niveles muy bajos de plomo impactarían en la función renal de niños saludables, lo que destaca la necesidad de minimizar las fuentes de exposición al plomo", señaló en un comunicado el doctor Jeffrey Fadrowski, de la Johns Hopkins University en Baltimore, quien dirigió la investigación. Aunque en Estados Unidos las fuentes de plomo han sido reducidas drásticamente, el metal todavía estaría dañando la salud de algunas personas, expresó el equipo de Fadrowski en Archives of Internal Medicine. Los expertos analizaron los resultados de test efectuados a 769 adolescentes de entre 12 y 20 años que participaron de un estudio nacional desde 1988 hasta 1994. Cuando dividieron a los participantes en cuatro grupos iguales, aquellos en la cohorte con mayores niveles de plomo presentaban evidencia de menor funcionamiento renal. "Nuestros hallazgos fueron particularmente impactantes porque vimos un ligero deterioro de la función renal en niños saludables sin condiciones que pudieran causarlo", dijo Susan Furth, del Centro Infantil de la Johns Hopkins, que trabajó en el estudio. "Y esto podría generar más problemas en los riñones a medida que estos chicos envejecen o si adquieren factores de riesgo adicionales para la enfermedad renal, como hipertensión y diabetes", añadió Furth. Los adolescentes estudiados tenían un nivel de plomo promedio de 1,5 microgramos por decilitro de sangre, una cantidad considerada segura por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), cuyo parámetro de preocupación se ubica en los 10 microgramos por decilitro de sangre. Los investigadores señalaron que 26 millones de estadounidenses padecen enfermedad renal crónica, la cual puede deberse o empeorar por la hipertensión. La exposición al plomo ha disminuido sustancialmente en los últimos años en Estados Unidos, fundamentalmente debido a medidas que incluyen la prohibición en 1996 de que el metal esté presente en la gasolina y al retiro paulatino desde 1978 del plomo en la pintura. No obstante, la mayoría de la población estadounidense aún presenta niveles detectables de este metal en la sangre, agregaron los investigadores.