29 de diciembre de 2009
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TOPEKA, Kansas, EE.UU. (AP) - El recuerdo aún le causa desazón a Ken Keller: una aterrorizada cuadrilla de ambulancia tenía a un paciente gravemente enfermo, pero el hombre pesaba más de 454 kilos (1.000 libras) y no cabía en el vehículo. La camilla no era suficientemente robusta para soportarlo. La tripulación de la ambulancia ofreció una idea a Keller, quien era entonces un investigador de la Junta de Servicios Médicos de Emergencia de Kansas: ¿Podían utilizar un montacargas para subir al hombre _junto con su cama_ a un camión con plataforma? Keller aceptó: no había otra opción. "Estoy seguro que fue terriblemente vergonzoso estar en su propia cama, transportado en la parte posterior de un camión y asegurado con correas, rumbo al hospital; y después que un montacargas lo bajara del camión" al llegar, dijo Keller. Mientras el país lucha contra una crisis de obesidad, los tripulantes de ambulancias están intentando mejorar la forma de transportar a pacientes extremadamente pesados, a quienes es significativamente más difícil mover cuando superan los 159 kilos (350 libras). Y atender a tales pacientes es caro, requiere equipo costoso y trabajadores adicionales; así que algunas compañías de ambulancias han comenzado a cobrar tarifas más altas por mover personas con sobrepeso. La medida de modificar las ambulancias es sólo el esfuerzo más reciente para acomodar a pacientes de talla grande. Algunos hospitales ya están ofreciendo camas, sillas de ruedas, caminadoras e incluso retretes diseñados especialmente para ellos. Las compañías de ambulancias dicen que es tiempo de que las aseguradoras, así como los programas gubernamentales de salud Medicaid y Medicare, o los propios pacientes comiencen a pagar los costos adicionales, que están reduciendo sus ya mínimos márgenes de ganancia. En el pasado, las compañías de ambulancias frecuentemente absorbían los gastos adicionales de atender a personas obesas. Ahora están agregando cargos similares a los que ya se aplican en pacientes en terapia intensiva, a personas que requieren varios medicamentos y a pacientes con respiradores. "Para que estos sistemas sobrevivan y continúen proporcionando su servicio, debe haber alguna manera de recuperar esos costos", dijo Jim Buell, un director de la Asociación Estadounidense de Ambulancias. El transportar personas extremadamente pesadas cuesta aproximadamente dos veces y media más que a pacientes de peso normal. Se requiere más tiempo moverlos y tres o cuatro asistentes adicionales, quienes a menudo deben utilizar equipo especializado caro, señaló Buell. Keller, ahora un gerente de operaciones de la unidad de Respuesta Médica Estadounidense en Topeka, logró el año pasado que la Comisión del Condado de Shawnee aprobara un incremento de tarifas de ambulancia de 629 a 1.172 dólares por pacientes que requieren cuidado crítico y personas de 500 libras de peso (227 kilos) o más. En Colorado Springs, Colorado, y en las ciudades de Omaha y Lincoln, en Nebraska, las tarifas son de 1.421 dólares por un paciente extremadamente obeso, comparadas con 758 dólares por un paciente típico. Antes de que esas ambulancias tuvieran equipo para cargas pesadas, sus tripulaciones simplemente tenían que ingeniárselas, llamando a menudo a bomberos corpulentos para que les ayudaran a levantar a los pacientes. "He escuchado historias de personas movidas por camiones de transporte y sobre paredes de casas móviles que han sido quitadas para sacar a los pacientes; cosas de esa naturaleza", comentó Ted Sayer, un gerente general de la unidad de Respuesta Médica Estadounidense. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han dicho desde hace mucho tiempo que casi una tercera parte de los estadounidenses es obesa. Aproximadamente 5% de la población padece obesidad mórbida, lo que significa que tienen 45 kilos más (100 libras) de su peso ideal. Algunos críticos dicen que las tarifas más altas son una forma de discriminación. "Los servicios de ambulancia son un servicio público crucial y deberían ajustarse a las necesidades de todos aquellos que los requieren a un costo justo", dijo Joseph Nadglowski, presidente de la Coalición de Acción contra la Obesidad, un grupo intercesor en la materia. Los pagos más altos por pacientes pesados son comunes en Oregon y Washington debido a que la industria aseguradora reconoce allí los costos adicionales, indicó Liz Merritt, un vocero de Rural/Metro Corporation, un operador de ambulancias con sede en Scottsdale, Arizona. Las compañías de ambulancias dicen que la industria de seguros es su mayor esperanza para cubrir el boquete financiero. Al igual que cualquier servicio médico, las compañías de ambulancias cobran a las aseguradoras privadas o a los programas de atención médica del gobierno. Medicare y Medicaid no pagan extra por transportar a pacientes extremadamente obesos, aunque eso es algo que el sector de las ambulancias quiere cambiar. A los no asegurados se les cobra directamente, pero muchos de ellos no pueden pagar. "Es realmente un área que está tomando importancia", dijo Susan Pisano, una vocera de Planes de Seguro Médico de Estados Unidos, un grupo comercial del sector de los seguros. "Es una manera más en que la obesidad está contribuyendo al costo de la atención médica", señaló. Quienes proponen el cobro adicional dicen que los pacientes obesos agradecen el equipo que elimina la necesidad de camiones con plataforma y montacargas. "Hemos notado que la gente que es pesada sabe que lo es, y no quieren imponerse a otros, y no quieren que alguien resulte lastimado mientras los mueven", agregó. Sayer. Al igual que muchas compañías de ambulancias, la unidad de Keller en Topeka gastó recientemente cerca de 10.000 dólares para mejorar una ambulancia con equipo que puede acomodar pacientes de hasta 725 kilos (1.600 libras). Los servicios de ambulancia con helicópteros también están creando compartimentos más grandes para pacientes e incorporando camillas más fuertes. Keller tiene la esperanza de que más compañías agreguen el equipo para que las personas muy obesas reciban una mejor atención. Recientemente atendió un llamado que involucraba a una mujer con severo sobrepeso. "La familia estaba allí, y metimos el catre y la ayudamos a subir a éste. Y ella dijo, 'agradezco mucho que ven por nuestras necesidades'", comentó Keller. "Y pensé que eso (la acción de ayudar) estaba muy bien".