23 de diciembre de 2009
La Opinion
SEATTLE, Washington. (AP).- Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos ordenó a Microsoft Corp. dejar de vender su programa Word en enero y pagar a una compañía canadiense de programación 290 millones de dólares por violar una patente, ratificando el fallo de un tribunal de instancia inferior. Sin embargo, los clientes que quieran comprar Word o el paquete de aplicaciones de Oficina de Microsoft en Estados Unidos no se quedarán sin los programas. Microsoft dijo el martes que espera tener listas nuevas versiones del producto, sin el código cuestionado, cuando empiece a regir la orden judicial el 11 de enero. La firma i4i Inc., con sede en Toronto, demandó a Microsoft en 2007 aduciendo que era propietaria de la tecnología de una de las herramientas en el popular sistema de procesamiento de palabras. La tecnología en cuestión da a los usuarios de Word un modo mejor de editar XML, un código que instruye al programa cómo interpretar y exhibir los contenidos de un documento. Un jurado de Texas halló que el programa Word de Microsoft infringía intencionalmente la patente. Microsoft apeló la decisión, pero el tribunal federal de apelaciones ratificó el fallo que otorgaba la indemnización y la prohibición de futuras ventas de copias de Word con el código antedicho. Michel Vulpe, fundador y coinventor de i4i, dijo en una declaración que la compañía estaba complacida con la decisión, que calificó de "paso importante para proteger los derechos de propiedad de los inventores pequeños". Microsoft dijo que se estaba preparando para esa decisión desde agosto. Las copias de Word y de Office vendidas antes del 11 de enero no se ven afectadas por la decisión judicial y Microsoft dijo que se puso en marcha "para retirar esta aplicación poco usada" de versiones de Word 2007 y Office 2007 que fueran vendidas después de aquella fecha. Las versiones "Beta" o de prueba de Word 2010 y Office 2010, que se espera se completen para el año próximo, no contienen el código cuestionado, dijo el fabricante de programas de computación. Microsoft, con sede en Redmond, Washington, dijo que seguirá apelando, pidiendo una nueva audiencia frente al pleno de jueces del tribunal de apelaciones o frente a la Corte Suprema.
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