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  Por el libro
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11 de diciembre de 2009

La Opinion

Las compañías que expiden tarjetas de crédito están recurriendo a todo tipo de artimañas para salirse al paso de las nuevas regulaciones federales que limitan los cargos y cuotas que pueden cobrar, antes de que esos normativos entren en vigor en febrero próximo, aseguró ayer el Center for Responsible Lending (CRL).

Un estudio llevado a cabo por este centro consigna que los bancos y otras instituciones que manejan 400 millones de cuentas de tarjetas de crédito manipulan las tasas de interés, rellenan las cuentas de sus clientes con cuotas "misceláneas" y aplican políticas engañosas a quienes no cancelan a tiempo sus deudas.

Según el reporte "Evasión de reforma, se prohiben algunos abusos de las tarjetas de crédito, pero proliferan otros" del CRL, es virtualmente imposible para los portadores de esas tarjetas saber a ciencia cierta el verdadero costo de las deudas en que incurren utilizándo esos servicios.

"La habilidad y presteza de los emisores de tarjetas para hallar los resquicios de la ley refuerza la necesidad de que los legisladores aprueben la creación de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor", dicen los autores.

La nueva ley de tarjetas de crédito, aprobada el año pasado con mayorías en ambas Cámaras del Congreso, prescribe en qué momento puede haber alzas en las tasas de interés y requiere, entre otras cosas, que las compañías expedidoras notifiquen con 45 días de anticipación cualquier cambio en los términos de las tarjetas para evitar sorpresas a sus clientes.

La ley también prohibe la aplicación de tasas de interés retroactivas, excepto cuando el portador se atrase más de 60 días en sus pagos, o al momento de expiración de una tasa de introducción o promoción. También se permite a las compañías aplicar intereses retroactivos a sus clientes que no cumplan las condiciones de un plan de pago de deuda.

Los intereses tampoco pueden ser elevados durante el primer año después de abierta una nueva cuenta.

Otro elemento importante es que las personas menores de 21 años necesitan obtener permisos firmados por dos adultos para poder abrir una cuenta de tarjeta de crédito y demostrar que tienen capacidad financiera para pagar sus deudas.

Las infracciones a la ley se castigan hasta con cinco mil dólares de multa.

"La Ley CARD fue una gran mejora, pero nuestra investigación muestra que esa industria sigue encontrando formas astutas de soslayarla, por lo que necesitamos un regulador que se enfoque en garantizar la debida integridad de los servicios financieros", dijo Josh Frank, el autor del reporte.

Cuando la normativa fue aprobada el verano anterior, la congresista demócrata Carolyn Maloney expresó que las regulaciones harían posibles que en lugar de usar su dinero para pagar deudas, los consumidores lo inviertiesen en la economía.

Una de las modalidades destacadas por el CRL se denomina "pick-a-rate", o escoge un tipo de interés, y funciona cuando una firma expedidora de tarjetas le dice a un cliente que el interés que deberá pagar está endosado al tipo de interés preferencial. Hasta ahora, dice el reporte, esto ultimo se entiende como el tipo de interés aplicado el último día del ciclo de envío de la cuenta, pero según el giro ahora dado por esas compañías, estas terminan aplicando el interés más alto registrado "en un período de 90 días".

Esta práctica por sí sóla, afirma la CRL, le cuesta a los estadounidenses 720 millones de dólares al año y podía, según sus predicciones, llegar hasta 2,500 millones si se le deja proliferar.

La Opinión envió mensajes pidiendo comentarios sobre el estudio del CRL a la Asociación Americana de Banqueros (ABA) y a cinco de las principales firmas expedidoras de tarjetas de crédito (JPMorgan Chase, Bank of America, Citigroup, American Express y Capital One). JPMorgan Chase no quiso hacer comentarios; el portavoz de American Express se encuentra de viaje según un mensaje automático recibido en esta redacción, y los demás no habían respondido antes del cierre de esta nota.

RECOMENDACIONES PARA LOS PORTADORES DE TARJETAS:

--Una de las más importantes es leer cuidadosamente los informes de su cuenta remitidos la compañía expedidora

--Trate de pagar lo más que se pueda por las deudas incurridas con el uso de la tarjeta

--Reduzca su consumo a lo necesario

--Pague sus deudas a tiempo

--Escriba todos sus gastos hasta el último centavo el primero del mes, y vuelva hacerlo al final de 30 días. Revise sus gastos y decida cuáles puede cortar.

--Si tiene hijos en la universidad, decida si es necesario que tengan una tarjeta de crédito.