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  Por el libro
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9 de diciembre de 2009

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Nueva York, 8 dic (EFE).- Cientos de miles de comerciantes minoristas de Estados Unidos recibirán esta semana un total de 1.100 millones de dólares en indemnizaciones por parte de Visa y MasterCard, que liquidan así sus obligaciones derivadas de una demanda presentada hace trece años.

El despacho de abogados Constantine Cannon informó hoy de que en los próximos días se procederá a este pago, que inicialmente estaba previsto que se produjera en 2012 y que forma parte del mayor acuerdo alcanzado en la historia de Estados Unidos en materia de defensa de la competencia.

Ese pacto se alcanzó en 2003, tras siete años de litigios, y estableció el pago en varias fases de un total de 3.400 millones de dólares.

En esta última fase, cerca de 634.000 comerciantes de todo el país recibirán unos cheques que se empezaron a enviar hoy y que les ayudarán a aumentar sus ingresos en esta difícil temporada navideña, según apuntó Constantine Cannon.

"éste es probablemente el mayor pago a empresas jamás logrado a través de una demanda colectiva y llega en un momento en que los bancos prácticamente han dejado de conceder préstamos a los pequeños minoristas", destacó hoy Jeffrey Shinder, de ese despacho de abogados.

La presidenta de la Asociación de Líderes del Sector Minorista, Sandy Kennedy, apuntó en un comunicado que este pago "es un extra de las fiestas para los minoristas de todo el país" que los ayudará a "seguir contratando y manteniendo personal de cara al año nuevo".

Por su parte, la presidenta y consejera delegada de la Federación Nacional de Minoristas, Tracy Mullin, coincidió en que "el momento en que llegan estos pagos no podría ser mejor".

Para Robert Begleiter, socio del despacho de abogados Constantine Cannon, estos abonos "son un gratificante final para muchos años de intensos esfuerzos".

En mayo de 2003, Visa USA y MasterCard International aceptaron pagar 3.400 millones de dólares a comerciantes minoristas del país para que se archivara una demanda relacionada con su política de tarjetas de débito y crédito.

Cada empresa debía desembolsar 25 millones de dólares antes de que finalizara el 2003 y el resto de la cantidad total-de la que Visa debía poner dos tercios y MasterCard el resto- sería entregada a plazos durante los años siguientes.

El acuerdo incluía además la obligación de cambiar ciertos aspectos de la política de ambas empresas, como revisar a la baja las comisiones que aplicaban a las transacciones que se realizaban con sus tarjetas.

Además, a partir de 2004 no podían vincular el uso de sus tarjetas de crédito a las de débito, como habían hecho hasta entonces, ya que ello aumentaba los costes de los minoristas.

La demanda puesta por miles de comercios, liderados por grandes cadenas como Wal-Mart o Sears, surgió porque ambas empresas exigían a los comerciantes aceptar sus tarjetas de débito o, de lo contrario, perderían la posibilidad de cobrar a los clientes con las de crédito.

La verificación de identidad de las tarjetas de débito MasterCard y Visa estaba basada en la firma, en lugar de utilizar un número secreto, como hacían otras instituciones financieras.

Las tarjetas de débito de firma tenían una tarifa de 1,5 dólares por cada cien dólares de compra, frente a los entre 10 y 15 centavos que se cobraban por las transacciones realizadas mediante código secreto.

Los demandantes afirmaban que la política de Visa y MasterCard les supuso miles de millones de dólares en costes y que restringía la competencia de otros emisores de tarjetas.

El acuerdo también estableció que las tarjetas de crédito debían diferenciarse claramente y a simple vista de las de débito.