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  Por el libro
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5 de diciembre de 2009

El Nuevo Dia

SAN JUAN — Los efectos de la explosión ocurrida en octubre en los terrenos de la Caribbean Petroleum Corp. (Capeco) podrían continuar sintiéndose, pero esta vez en el bolsillo de los clientes de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

Y es que el director ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, pronosticó hoy que la emergencia que destruyó 21 de los 40 tanques de almacenaje en Capeco podría redundar en un alza en la tarifa de electricidad a raíz de los costos adicionales en los que tendrá que incurrir esa corporación pública para trasladar combustible hasta las centrales generatrices.

"Las actividades de recibo, almacenaje, mezclas y entregas de combustible que realiza la AEE para las centrales generatrices se tendrán que realizar en otro lugar, encareciendo el costo del combustible... La Autoridad tendrá que incurrir en un gasto adicional de doble manejo por transportación para la entrega del combustible en las centrales generatrices", explicó el funcionario en su ponencia presentada durante una vista pública de la Comisión cameral de Asuntos del Consumidor que investiga el incidente.

"Este costo adicional también aumenta el costo total del combustible utilizado para generar electricidad. Este costo se recupera de los clientes en la factura de energía eléctrica por virtud de la cláusula de ajuste por combustible... Por lo tanto, uno de los efectos de la explosión e incendio en las instalaciones de Capeco, es un aumento en el costo de la electricidad por los costos adicionales relativos al suministro del combustible en las centrales generatrices", añadió Cordero.

Mientras, Eric Guzmán, gerente de mercadeo de Capeco, coincidió en que las operaciones de la AEE "podrían afectarse" debido a la reducida capacidad de las instalaciones de la antigua refinería.

Precisó que, al presente, en Capeco hay —propiedad de la AEE— 600,000 barriles de aceite combustible y otros 300,000 de diesel en cinco tanques, combustibles que comenzarán a ser trasladados este viernes a otras instalaciones, según ordenó la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, en inglés).

Además, Guzmán reconoció que el incidente ocurrido la madrugada del 23 de octubre ha afectado a algunos detallistas que actualmente no cuentan con el abasto que regularmente tienen almacenado.

Cuando se le preguntó si existía la posibilidad de que también incrementara el precio de la gasolina para los consumidores con la salida de sus instalaciones del mercado, Guzmán contestó: "podría ocurrir".

Sin embargo, durante su turno en la audiencia pública, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (Daco), Luis Rivera Martín, afirmó que "el flujo de abastos de combustibles podría continuar ininterrumpido, aunque con alguna que otra dificultad que se confronte en medio de una emergencia".

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