24 de noviembre de 2009
El Nuevo Herald
WASHINGTON -- Muchas más personas sienten la presión de las deudas en esta temporada navideña, lo que hace aumentar la posibilidad de que no compren muchos regalos. De hecho, 93 por ciento dice que gastará menos o aproximadamente lo mismo que el año pasado, según una encuesta de Associated Press-GfK. La mitad de los encuestados dijeron que sienten por lo menos algún nivel de estrés debido a sus deudas y 22 por ciento dijeron que la presión es grande. La segunda cifra es un aumento en comparación con 17 por ciento la primavera pasada, a pesar de todo lo que se ha hablado sobre la recuperación. La mayoría de los encuestados --80 por ciento-- dicen que probablemente compren en efectivo sus regalos navideños y que por lo general eso significa comprar menos. Por ejemplo, Joy McGavin, de 26 años y de Pittston, Pennsylvania, dice que este año sólo comprará unos pocos cientos de dólares en regalos y todo lo pagará en efectivo. "Este año no podremos regalarle a toda la familia', dice esta madre de tres hijos. McGavin ahora compra en Big Lots, no en Wal-Mart. "Este año está [Wal-Mart] muy caro', dice. Su esposo, Robert, tiene dos trabajos a tiempo completo, mecánico en un garaje y empleado en una tienda de repuestos. Hace poco el empleo en la tienda se lo redujeron a tiempo parcial. "No tenemos los mismos ingresos que el año pasado', se lamenta McGavin. La familia no tiene seguro médico y ha tenido grandes gastos de salud. Diane Morrison, de 57 años y de Flemington, Nueva Jersey, dice simplemente: "Voy a tener que reducir los gastos'. Morrison recorta cupones de descuento y busca "grandes gangas'. Morrison tiene una empresa de procesamiento de nómina y la mayoría de sus clientes están despidiendo empleados; otras sencillamente cierran, explica, por lo que "me siento estresada ya que mis ingresos se reducirán'. Los Morrison y los McGavin no son los únicos con problemas de trabajo. El desempleo se ha disparado a más de 10 por ciento por segunda vez desde la Segunda Guerra Mundial, lo que dificulta pagar las cuentas mensuales. Las ejecuciones hipotecarias están por las nubes y la mora de tarjetas de crédito está aumentando también. ¿Qué significa para eso para los minoristas en los meses más importantes para el negocio? "Las reservas de efectivo son las que dictan los gastos', dijo Alan Hilfer, director de Psicología del Centro Médico Maimonides en Brooklyn, Nueva York. "Si usted tiene $100 en el bolsillo y eso es todo lo que puede gastar, estudiará con todo detalle en qué lo va a gastar', dijo. Las tarjetas de crédito, por otra parte, le permiten a la gente hacer compras impulsivas. En la encuesta, los que tenían planes de gastar menos durante la temporada de fin de año indicaron que tienen más presión de deuda que los que planean gastar lo mismo o más, dijo Paul J. Lavrakas, psicólogo investigador y asesor de la AP que analizó los resultados de la encuesta. Los que planean usar efectivo para pagar la mayoría de sus compras navideñas tienen un mayor nivel de estrés, dijo. Igual sucede con los que planean comprar los regalos con tarjetas de crédito, porque temen que no podrán pagar todas las cuentas en el futuro. Hilfer dijo que cuando la deuda aumenta y se convierte en el centro de la ansiedad, obliga a la gente a pensar a más largo plazo. "No pueden comprar impulsivamente y no derrochan porque están pensando que el próximo año necesitan el dinero para arreglar la lavadora, así que no pueden gastarlo ahora', dijo. El comportamiento de los consumidores durante y después de los días festivos tiene una importancia crítica para determinar la recuperación de la economía de la peor recesión desde los años 30. El gasto del consumidor es el principal motor de la actividad económica general de Estados Unidos. El comienzo tradicional de las ventas de temporada es el viernes, después del Día de Acción de Gracias. Esta época del año es crucial para los comercios porque representa 40 por ciento de sus ventas anuales. La Federación Nacional de Minoristas considera que las ventas de los días festivos serán más bajas este año, pero que la caída no será tan profunda como la del año pasado, cuando el país estaba hundido de lleno en la recesión. El próximo año la gente no tendrá muchas ganas de irse de compras debido al alto desempleo y la escasez de crédito, según la Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE). El gasto del consumidor aumentará apenas 2 por ciento el año próximo, lo que lastrará la recuperación, pronosticaron los analistas de NABE. El desempleo, que está ahora en 10.2 por ciento, alcanzará un promedio de 9.8 por ciento. Entre los que planean hacer sus compras navideñas con tarjeta de crédito, 75 por ciento afirman que pagarán el saldo completo cuando les llegue la cuenta. La cantidad promedio de deuda en tarjetas de crédito es de $5,600, según el sondeo, por encima de $4,900 en la primavera. En general la población tiene una deuda promedio de $46,000, que abarca hipoteca, tarjetas de crédito, préstamos para automóviles y otros tipos de deuda del consumidor. Eso es mucho más que a principios de los años 80, la última vez que el desempleo superó 10 por ciento. En 1982 la deuda per cápita era de $14,000, tomando en cuenta la inflación. El sondeo de AP-GfK encuestó a 1,006 adultos entre el 5 y el 9 de noviembre, con un margen de error de 3.1 puntos porcentuales.