23 de noviembre de 2009
El Nuevo Herald
Una nueva ola de ejecuciones hipotecarias afectará a personas que tal vez nunca hayan tenido una hipoteca: los inquilinos. En ciudades como Nueva York, Chicago y Los Angeles, donde muchos inversionistas tienen hipotecas con plusvalía negativa en grandes edificios de apartamentos, muchos arrendatarios ven deteriorarse sus viviendas. Janeia Sandiford, estudiante de 24 años en Nueva York, tiene dos niños y vive en un apartamento cada vez más destartalado. Una fuga de agua hizo que el techo comenzara a caerse a pedazos y finalmente se derrumbara, sin que nadie lo reparara durante un año, dijo la mujer, quien además pasó la mayor parte del invierno pasado sin calefacción y tuvo que sellar las ventanas con cinta adhesiva para evitar las corrientes de aire. "Estoy muy preocupada por los niños', dijo. La inversora inmobiliaria Ocelot Capital Group compró el edificio en el Bronx donde vive Sandiford y otros 25 inmuebles entre el 2006 y el 2007. A medida que los nuevos dueños comenzaron a tener dificultades para pagar las hipotecas, 10 de los edificios se incluyeron en la lista de propiedades de alquiler más destartaladas en el 2007 y el 2008. El invierno pasado, mientras las hipotecas de Ocelot caían en mora en medio de la creciente crisis financiera, los edificios quedaron más afectados y fueron multados por miles de infracciones al Código C --las más graves-- por inspectores de vivienda. Fannie Mae, que compró gran parte de la deuda del prestamista original, comenzó la ejecución hipotecaria del edificio de Sandiford a principios de esta primavera. El Tribunal Supremo del estado nombró interventores. Mientras tanto, el edificio, situado en Manida Street, ha estado abrumado por problemas, según los inquilinos y sus defensores, cuyos relatos fueron confirmados por las paredes deterioradas y las tuberías dañadas evidentes en una visita a esa propiedad y otra vecina, que también pertenece a Ocelot. Unos vándalos se robaron la cerradura de la puerta del frente, dando acceso a los apartamentos vacantes a inquilinos ilegales que venden drogas. La plomería del edificio dejó de funcionar cuando los inquilinos ilegales rompieron las paredes y se robaron las tuberías para venderlas como chatarra. Este invierno se podrían repetir situaciones parecidas en todo el país a medida que aumentan las ejecuciones hipotecarias de grandes edificios de apartamentos de alquiler. Durante los tres primeros trimestres del 2009 se iniciaron 475 ejecuciones hipotecarias de viviendas multifamiliares o cooperativas de alquiler en el Distrito de Columbia, según NeighborhoodInfo DC, una asociación de las entidades The Urban Institute y D.C. Local Initiatives Support Corp. Esta cifra sobrepasa el total del 2008, cuando hubo 458. En el Condado Cook de Chicago, 328 edificios multifamiliares de alquiler estaban en ejecución hipotecaria en el segundo trimestre de este año, en comparación con 185 el año pasado, según un estudio todavía no publicado del Instituto de Estudios de la Vivienda de la Universidad DePaul. En Los Angeles, las ejecuciones hipotecarias de edificios de cinco o más apartamentos sumaron 78 --para un total de 1,344 unidades-- durante los primeros tres trimestres del 2009, en contraste con 49 edificios y 432 unidades durante el mismo período del año pasado, y 13 edificios y 239 unidades en el mismo período del 2007, según la dirección municipal de viviendas.