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  Por el libro
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9 de noviembre de 2009

La Opinion

SAN FRANCISCO.— Si fuesen ciertos algunos anuncios que se encuentran con frecuencia en Internet, millones de personas habrían conseguido ya buenos empleos y no estarían atravesando apuros económicos.

"¡Gana 100 dólares por hora más incentivos!", promete uno. "¿Qué tal suenan 85,172 dólares al mes?", pregunta otro.

El problema está en que la gran mayoría de estas ofertas no son ciertas y su único objetivo es dirigir al internauta a otros sitios de la red o, en el peor de los casos, conseguir sus datos personales o su dinero.

En EEUU, las páginas fraudulentas de búsqueda de trabajo han aumentado en el último año al amparo de la recesión económica y el crecimiento del desempleo, que alcanza los dos dígitos en algunos estados del país.

Aprovechándose de situaciones personales desesperadas y desempleados que harían casi lo que fuera por volver a trabajar, estos anuncios prometen contratos y sueldos sin que haya una oferta de empleo real detrás.

El pasado verano, la Comisión Federal de Comercio anunció una oleada de casos, incluyendo el de la compañía Job Safety que estafaba a personas en el sector de la limpieza.

Job Safety cobraba a sus usuarios 98 dólares por un imaginario y supuestamente necesario "número de registro" y prometía encontrarles un puesto de trabajo que, por supuesto, no existía.

Susan Joyce, experta en Recursos Humanos y gestora de la página de búsqueda de empleo Job-Hunt.org, afirma que las estafas se han disparado en los últimos meses.

"He visto un aumento dramático en el número de anuncios de empleo falsos desde que comenzó la recesión, particularmente este verano y otoño", dijo Joyce a Efe.

Algunos de estos anuncios son tan surrealistas que es fácil darse cuenta del engaño, pero otros son más sutiles y pueden llegar a convencer al internauta con escasa experiencia en la búsqueda de empleo online.

Los expertos recomiendan estar atentos a características como la cantidad de dinero ofrecida, la redacción del anuncio -con errores gramaticales, por ejemplo- y la descripción del supuesto empleo. La mayoría de los reclamos falsos describen puestos de una manera tan vaga que prácticamente cualquiera podría ocuparlos, una estratagema para atraer a más internautas.

Las compañías no deben pedir datos personales como cuentas bancarias o el número de la tarjeta de crédito. Muchas empresas reclaman esta información para transferir la nómina, pero ello ocurre siempre después de haber firmado el contrato de trabajo.

Joyce recomienda también poner especial atención en la información de contacto suministrada por el presunto empleador. "Una de las características típicas del timo es el uso de direcciones de correo electrónico de servicios tipo Hotmail.com como forma de contacto", señala. El anuncio tampoco suele incluir el teléfono, dominio en Internet o dirección física de la compañía.

Lo primero que hay que hacer, añade Joyce, es buscar el nombre de la firma en Google y recoger toda la información posible sobre el presunto empleador- dónde están, quiénes son y si su nombre aparece en otros listados de empresas como Hoovers.com.

También conviene llamar directamente al departamento de Recursos Humanos de la compañía para confirmar la existencia del puesto vacante,.Job-Hunt.org toma rutinariamente estas y otras precauciones y descarta por falsos aproximadamente un tercio de los anuncios que recibe.En todo lo caso, Joyce recomienda a los internautas a la búsqueda de empleo que confíen en su sexto sentido."Si algo te dice que la situación no es correcta, sigue tu instinto y abandona esa oportunidad laboral. Puede ser lo más inteligente".