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  Por el libro
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29 de octubre de 2009

Consumer.es

La fotografía digital ha favorecido que las cámaras se hayan convertido en la práctica en miniordenadores con una función específica: tomar imágenes. Esto se cumple a la perfección en el segmento de las compactas, que deciden por el usuario, o en los modos automáticos de las réflex digitales, que seleccionan el enfoque o el balance de blancos, entre otros factores.

Para ello, analizan la información que les llega desde el sensor y la almacenan en bruto en formato RAW o realizan al vuelo una compresión de los datos al más ligero y usable JPG. También cargan el flash si consideran que es necesario en función de los parámetros de luminosidad.

Cada una de las marcas fabricantes de cámaras diseña su propio sistema operativo, que mantiene cerrado y no comparte con los rivales

Al mismo tiempo, se ha abierto un nuevo abanico de posibilidades que distancian a la fotografía digital de la analógica. Estos aparatos también pueden captar vídeos, geolocalizar imágenes (si disponen de un navegador GPS) o enviar las instantáneas vía wifi a sitios como Flick.

Cada fabricante diseña su propio sistema operativo, que mantiene cerrado y no comparte con los rivales. Elabora sus programas automáticos de fotografía para obtener buenas instantáneas en condiciones determinadas, como paisajes, retratos y fotografías con movimiento. Son configuraciones predeterminadas que ayudan a los fotógrafos noveles a lograr buenos resultados, pero que no permiten la personalización propia de las cámaras más profesionales.

Frankencamera

En este contexto, unos investigadores de la Universidad de Standford, junto con un centro de investigación de Nokia y con financiación de Adobe, Kodak, HP o Walt Disney, buscan avanzar dentro de la denominada "fotografía computacional", nombre con el que se designa a los nuevos efectos en las imágenes producidos gracias al uso de software y que son imposibles de conseguir con las cámaras tradicionales.

- Imagen: Stanford University -

Buenas muestras de este tipo de técnicas fotográficas son las imágenes de alto rango dinámico, que combinan instantáneas con diferentes grados de exposición para lograr un resultado más espectacular, las fotografías que mezclan tomas captadas con flash y sin flash para aumentar el realismo, o las que realizan diversos juegos con la luz.

Para experimentar, los investigadores han creado un prototipo, denominado Frankencamera. Es una máquina que mezcla componentes: el sensor de imagen del Nokia N95, la óptica de Canon y una pantalla LCD, entre otras piezas. El trabajo se ha centrado en el sistema operativo, basado en Linux, mientras que el aspecto estético se ha relegado. El aparato es grande y poco práctico, de ahí su denominación, que alude a la película de Frankenstein. Se trabaja en algoritmos para captar diferentes imágenes y vídeos y para desarrollar las técnicas computacionales.

Plataforma para aplicaciones de terceros

- Imagen: Wikimedia -

La aspiración de este trabajo consiste en que otros programadores experimenten con el prototipo y diseñen aplicaciones para funciones específicas, como sucede con los sistemas operativos de ordenadores y teléfonos móviles, cuyos creadores sólo se preocupan de que el aparato en cuestión funcione lo mejor posible.

Mientras, los investigadores trabajan en un segundo prototipo que logre fotos de mejor calidad gracias a un sensor de cámara réflex. Estos prototipos no se destinan al consumidor, sino, de momento, a los expertos en fotografía computacional. En paralelo, piensan lanzar en 2010 una versión del software de la Frankencamera compatible con la tableta Nokia N900, para que aproveche el sensor de 5 megapíxeles y la óptica Carl Zeiss.

Puerta abierta a las cámaras clónicas

Esta iniciativa abre la puerta a empresas que fabriquen cámaras fotográficas clónicas, igual que sucede en el mundo de los ordenadores

Esta iniciativa supone abrir la puerta a la entrada en el mercado fotográfico de otras empresas que fabriquen cámaras clónicas, igual que sucede en el mundo de los ordenadores. Cada consumidor podría elegir cada una de las piezas y fabricar una cámara a su gusto. Se seleccionaría el cuerpo de la máquina, el objetivo y las lentes, las piezas más importantes, o incluso el disco duro. Por otro lado, esta opción supondría cámaras más baratas, puesto que las compañías podrían dedicarse en exclusiva al hardware.

Otras aplicaciones libres en fotografía

La iniciativa de la Universidad de Standford no es la primera en introducir el código libre en la fotografía. Otros fabricantes han impulsado sus propias máquinas equipadas con este tipo de software. Elphel dispone de varios modelos, aunque no tan completos, como el diseñado para la Frankencamera. Esta empresa ha puesto el código a disposición pública en el popular sitio especializado en software abierto, SourceForge.net.

Esto se une a las modificaciones que los usuarios realizan en los firmware de las cámaras digitales convencionales para incorporar nuevas funciones. En el caso de las Canon con procesadores Digic II, III y IV (casi medio centenar de modelos en formato compacto) se ha creado un software libre, denominado CHDK, (Kit de Desarrollo de Hack de Canon) que se añade al programa original de la máquina y permite almacenar las imágenes en formato RAW, mayor tiempo de exposición y disparos más veloces.