2 de octubre de 2009
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INDIANAPOLIS (AP) - Frustrados por la falta de acción en el Congreso, varios estados intentan reducir la creciente oleada de televisores, computadoras y otros aparatos electrónicos que son arrojados a la basura en el país. Diecinueve estados han aprobado leyes que requieren el reciclaje de dispositivos electrónicos viejos, los cuales contienen tanto metales preciosos como contaminantes tóxicos y se están apilando en garajes y armarios, o peor, están siendo arrojados al mar. Otros 13 estados están analizando leyes en este sentido. Pero a medida que estas disposiciones estatales surten el efecto deseado, la industria de la electrónica está ejerciendo presión contra lo que llama un "mosaico" difícil de cumplir. Dos organizaciones que agrupan a empresas, la Asociación de Productos Electrónicos para el Consumidor y el Consejo de la Industria de Tecnologías de la Información, están demandando a la ciudad de Nueva York por su ley sobre reciclaje, que hará que los fabricantes de aparatos electrónicos recolecten gratuitamente dispositivos que pesen más de 6,80 kilos (15 libras). Eso incluye desechos "huérfanos" elaborados por fabricantes que han salido del mercado. Los grupos argumentan que la ley, la cual requiere presentar papeles detallados donde se documenten las actividades de reciclaje, le costará a sus compañías miembros más de 200 millones de dólares al año. Parker Brugge, vicepresidente de asuntos ambientales y sustentabilidad de la industria en la Asociación de Productos Electrónicos para el Consumidor, dijo que las leyes de los estados le imponen a los fabricantes la carga de elaborar planes de reciclaje específicos para cada estado. Su grupo preferiría una ley nacional de desechos electrónicos que establezca una política uniforme y extienda la responsabilidad de reciclar entre las compañías, los consumidores y los gobiernos locales. Barbara Kyle, coordinadora nacional de la Coalición de Devolución de Aparatos Electrónicos, un grupo que promueve el reciclaje de los desperdicios de este tipo, cree que lo que los fabricantes realmente quieren es una política nacional menos estricta que las leyes estatales. "Hablan sobre lo mucho que desean un proyecto de ley federal, pero lo que quieren es una propuesta de ley federal débil. No quieren tener que hacer lo que las leyes estatales les están haciendo hacer", señaló. Mientras tanto, la cantidad de desperdicios electrónicos va en aumento. En el 2007, los estadounidenses arrojaron a la basura 2,04 millones de toneladas métricas (2,25 millones de toneladas) de televisores, computadoras, teléfonos celulares, máquinas de fax, impresoras y escáners. Es más del doble de la cantidad generada en 1999, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).