30 de septiembre de 2009
Consumer.es
Las tarjetas de memoria SD ("Secure Digital") son un soporte de almacenamiento muy difundido en dispositivos tecnológicos portátiles como cámaras de fotos, teléfonos móviles, reproductores de MP3, videocámaras y consolas de videojuegos. Son las grandes triunfadoras de la gran marea de tarjetas de memoria flash de reducido tamaño que se popularizó a finales de la década de los noventa. Derivan de un modelo anterior conocido como MMC, patrocinado por las empresas Siemens y Sandisk. Sus estándares están regidos por la Secure Digital Card Association. Características físicas A pesar de que en el mercado hay disponibles dos variantes con un tamaño inferior, como las tarjetas MiniSD y MicroSD, estas últimas utilizadas en teléfonos móviles con capacidades multimedia, sus dimensiones estándar son: 32 milímetros de alto, 24 milímetros de ancho y 2,1 milímetros de grosor. Las variantes también se pueden utilizar en los lectores SD normales mediante un adaptador, que se vende junto con la tarjeta de memoria, MiniSD o MicroSD. No obstante, las memorias originales (de fábrica) de los teléfonos móviles 3G no incluyen el adaptador, por lo que habrá que adquirirlo más tarde. Aparecieron en 1999 y, en un principio, se pensó en ellas como sistema para proteger los derechos de autor de las obras intelectuales Aparecieron en 1999 y, en un principio, se pensó en ellas como sistema para proteger los derechos de autor de las obras intelectuales, ya que disponen de un sofisticado método de cifrado. Las primeras fueron empleadas por Kodak, Casio, Hewlett Packard, Nikon, Minolta, Panasonic y Toshiba, aunque ahora las aceptan casi todos los aparatos, salvo los de la marca Sony, que cuentan con sus propias tarjetas "Memory Stick". No es frecuente que las acepten, empero, los ordenadores de sobremesa. Para su uso es recomendable adquirir un lector externo con conectividad USB, por un precio inferior a 20 euros. No obstante, muchos dispositivos incorporan lectores de tarjetas SD, desde ordenadores portátiles a impresoras multifunción y dispositivos multimedia. De esta manera se facilita el procesado de datos en diferentes aparatos, ya que se puede acceder de modo directo a la tarjeta sin necesidad de un dispositivo intermedio o lector externo. Es posible obtener una fotografía digital y extraer de inmediato la tarjeta de la cámara para introducirla en la ranura del lector del ordenador portátil Es posible obtener una fotografía digital y, de inmediato, extraer la tarjeta de la cámara para introducirla en la ranura del lector del ordenador portátil y pasar la imagen al programa de edición digital o al disco duro. Después se podrá guardar en éste la versión editada o subirla a un servicio web como Flickr. Otra opción sería extraer la tarjeta de la cámara e insertarla en la ranura de la impresora, sin necesidad de utilizar el ordenador. La capacidad de estas tarjetas de memoria ha crecido de forma exponencial en los últimos años. Mientras que en 2005 una tarjeta SD típica tenía una capacidad de entre 128 megabytes y 512 megabytes, en la actualidad algunas tarjetas alcanzan los 64 gigabytes de capacidad, es decir, 65.536 megabytes. SDHC, pensadas para la imagen digital Entre las tarjetas SD hay diferencias en cuanto a la velocidad de transferencia. Ciertos dispositivos, como cámaras fotográficas y videocámaras, necesitan tarjetas de mayor velocidad para grabar en ellas de forma rápida. El formato SDHC (Secure Digital Hight Capacity), es un sistema desarrollado por Panasonic para funcionar con esta gama de aparatos multimedia de última generación y así garantizar una velocidad de transmisión que no distraiga de las funciones principales. Las tarjetas SDHC no tienen por qué ser las más veloces que se encuentren en el mercado, pero sí garantizan una tasa de transferencia mínima. Las tarjetas SDHC no tienen por qué ser las más veloces que se encuentren en el mercado, pero sí garantizan una tasa de transferencia mínima Las tarjetas SDHC están catalogadas en diferentes clases determinadas por la velocidad de transmisión mínima de datos que garantizan. La última de éstas aparecida en el mercado es la clase 10, que eleva la transferencia mínima a 10 megabytes por segundo. Al usar tarjetas SDHC, hay que tener en cuenta que sólo funcionan en dispositivos compatibles con este formato (en general indicado a través de un logotipo en la carcasa del aparato), aunque sus lectores pueden usarse con tarjetas SD. Además, algunos productos sólo son compatibles con el formato SDHC hasta un límite de almacenamiento. Por tanto, adquirir una tarjeta de mayor capacidad podría ser inútil. SDXC, el formato del futuro Con independencia del lector que se use, otra de las limitaciones del formato SDHC es su capacidad de almacenamiento, fijada en 32 gigabytes como máximo. Para superar este límite, Toshiba lanzó a principios de 2009 el formato SDXC, que quiere imponerse como la continuación de las tarjetas SDHC. SDXC se utilizará en tarjetas con capacidad de almacenamiento entre 32 gigabytes y 2 Terabytes En SDXC, la velocidad de transferencia para escritura (recibir información) está garantizada en 35 megabits por segundo, mientras que la velocidad de lectura (volcar información) sube hasta los 60 megabits por segundo. Este nuevo formato se utilizará en tarjetas con capacidad de almacenamiento entre 32 gigabytes y 2 Terabytes (1.000 gigabytes), aunque la tarjeta de memoria flash SDXC de mayor capacidad fabricada hasta la fecha es de 64 gigabytes y estará disponible en el mercado a partir de noviembre. Sin embargo, este tipo de tarjetas no son compatibles con ninguno de los dispositivos portátiles del mercado. Por tanto, su éxito no estará asegurado hasta que los fabricantes no lancen dispositivos que lean este formato. Memory Stick Pro Duo de Sony A finales de los años noventa, Sony lanzó su primer formato de tarjeta de memoria de almacenamiento "Memory Stick" para los dispositivos de la marca japonesa, como ordenadores, teléfonos móviles, cámaras de fotos, videocámaras o videoconsolas como la PSP. Este tipo de tarjetas fueron reemplazadas más tarde por las Memory Stick Pro y luego por la Memory Stick Pro Duo, de un tamaño inferior a los primeros diseños. Hoy en día, las tarjetas Memory Stick PRO Duo disponen de versiones de entre 4 y 32 gigabytes. Este último formato es el de mayor capacidad conseguida por Sony. Está diseñado para videocámaras que graben en alta definición. Con esta tarjeta, los usuarios pueden almacenar hasta 225 minutos de vídeo en calidad Full HD (es decir, a 1920 píxeles x 1080 píxeles) o hasta 75 horas en formato de vídeo MPEG4. El precio recomendado en tiendas es de 155 euros.