30 de septiembre de 2009
El Nuevo Herald
Rohie Kah fue a un spa de Weston en la mañana del viernes a hacerse lo que una amiga llamó un tratamiento de belleza menor. Kah, de 37 años y madre de tres hijos, vecina de Miramar, salió esa tarde de Weston MedSpa en una ambulancia con destino a Cleveland Clinic Florida, donde seguía en estado grave el martes. Lo que sucedió exactamente en las horas anteriores sigue siendo un misterio, pero los abogados que representan a la familia de Kah aseguran que, sea lo que sea lo sucedido en el spa, no fue algo menor. "Algo terrible sucedió allí', dijo Michael Freedland, un abogado de Weston que describió a Kah como "con muerte clínica cerebral'. Freedland dijo que la amiga de Kah la llevó en su carro al spa el día del incidente, y que sus médicos y familiares le han dado detalles de su condición y teorías de lo que puede haber ocurrido. "Ella tuvo algún tipo de ataque o múltiples ataques durante o después del tratamiento de belleza', dijo Freedland, y agregó que "alguien en el establecimiento trató de revivirla' antes de que llamaran a los paramédicos. Freedland dijo que es probable que las complicaciones de Kah estuvieran relacionadas con el uso de lidocaína, un anestésico, y que "según tenemos entendido, eso estuvo relacionado con una operación quirúrgica de liposucción'. Pero Weston MedSpa no es una clínica o establecimiento de salud certificado, dijo Tiffany Vause, portavoz de la Agencia de Administración de Servicios de Salud estatal, la cual regula los establecimientos médicos. "Tenemos entendido que ellos son un spa de belleza, salud y relajación', dijo Vause. La policía está investigando el incidente, afirmó Veda Coleman Wright, vocera de la jefatura de policía de Broward (BSO). El informe de la BSO describe los daños recibidos por Kah como "serios', pero no da detalles ni da causa alguna. Lo único que es seguro hasta el momento es que la familia de Kah está desolada, dijo Oking Habib, un sobrino de ella que vino en avión desde Dallas el domingo para consolar al esposo de Kah, Joseph Roukotan, y sus tres hijos, de 4, 5 y 7 años. "Ella es una mujer muy dulce', dijo el martes Habib, tras una conferencia de prensa celebrada por Freedland para anunciar el incidente. "Ella mantiene unida a la familia'. Roukotan estaba demasiado desolado para hacer declaraciones, dijo el hijastro de Kah, Joseph Orukotan, de 20 años, vecino de Kendall. "Estamos simplemente sobrellevándolo, toda la familia', dijo. Weston MedSpa, que está registrada como Weston Tan & Spa con la División de Corporaciones del Departamento de Estado de la Florida, está situada en un pequeño centro comercial, entre un restaurante de pollo y una peluquería. Sobre el techo del lugar hay un letrero rojo que dice Tanning (bronceado). Una mujer en el spa que se identificó a sí misma como Adriana Gómez, quien aparece como gerente del establecimiento en los archivos estatales, se negó a hacer comentarios antes de cerrar la puerta con llave y bajar las persianas. El website del spa anuncia bronceado, tratamientos de cera, masajes y servicios médicos, tales como Botox y Carboxiterapia (en la que se inyecta dióxido de carbono a la piel). Freedland dijo que el doctor Omar Brito era responsable por la salud y el bienestar de Kah durante su visita al spa, aunque él no está seguro de si Brito estaba presente en el momento que ocurrió el incidente. "La familia recibió su tarjeta de negocios y se le dijo que él se encontraba allí', dijo Freedland. Brito, cuyo diploma universitario está colgado en la pared en la sala de espera del spa, no pudo ser localizado el martes para que hiciera comentario alguno. Su perfil médico en el website del Departamento de Salud de la Florida no hace mención alguna de que él tenga algún tipo de entrenamiento en cirugía plástica, aunque Brito está afiliado con un establecimiento de Pembroke Pines, MG Medical & Aesthetic, que anuncia servicios de liposucción cosmética. Brito tiene permiso para ejercer en el Palmetto General Hospital en Hialeah, el mismo hospital en que Kah trabajaba como enfermera registrada, pero no se sabe si se conocían. Vilma Medio, directora de desarrollo empresarial del Palmetto General, dijo que el permiso de Brito era para ocuparse de compensación a los trabajadores y medicina ocupacional, aunque él no ha tratado a nadie en el hospital desde el 2003. El perfil de internet de Brito incluye una medida disciplinaria recibida por la alegación de que él había ayudado a una persona sin licencia a practicar la medicina en una conspiración de fraude contra los seguros médicos, según los archivos estatales. Brito nunca fue acusado de delito alguno ni admitió haber hecho nada indebido, pero él acordó en octubre del 2006 pagar una multa de $5,000 y hacer 200 horas de servicio comunitario, según los archivos. Mientras que la familia y amigos de Kah tratan de reconstruir los hechos que condujeron a su hospitalización, expertos en cirugía plástica dijeron que los pacientes deben tener en cuenta los riesgos de cualquier tratamiento --sin importar lo simple que sea. "Una de las cosas que yo les recuerdo a los pacientes es que la cirugía plástica no es una visita a la peluquería', dijo el doctor Jorge Pérez, médico de Fort Lauderdale y miembro de la junta directiva de la Sociedad de Cirujanos Plásticos del Condado Broward. "Eso implica riesgos , como cualquier otra operación, y tiene que ser realizada por una persona con el debido entrenamiento, con anestesia segura, en un establecimiento seguro'.