27 de septiembre de 2009
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SACRAMENTO, California, EE.UU. (AP) - Un estadounidense de 28 años, sujeto de una búsqueda en Colombia y España, fue extraditado por el país europeo a California, donde enfrentará cargos por un presunto fraude hipotecario. Garret Griffith Gililland III, ex fisiculturista que lleva varios tatuajes en los brazos, se declaró inocente el viernes, por medio de su abogado, ante el tribunal federal de distrito en Sacramento, de donde es originario. Gililland está acusado de 24 cargos por su participación en un grupo que habría cometido fraudes hipotecarios por un total de 100 millones de dólares. Los documentos judiciales señalan que el acusado y dos cómplices defraudaron a inversionistas y empresas hipotecarias desde el 2006. Los acuerdos fraudulentos involucraron 500 casas y condominios en California, Florida, Nevada, Illinois, Colorado y Arizona, de acuerdo con declaraciones del Servicio de Recaudación Interna (IRS, por sus siglas en inglés). Gililland huyó en junio del 2008 con al menos 250.000 dólares en efectivo. Agentes del IRS y del FBI, que allanaron su mansión en Chico, unos 145 kilómetros (90 millas) al norte de Sacramento, encontraron una motocicleta hecha a pedido, un garaje lleno de marihuana y varios televisores de pantalla plana, de acuerdo con documentos citados por el diario The Sacramento Bee. El acusado, su esposa y su hija de 3 años huyeron a Colombia, donde esperaban inaugurar un club nocturno, y luego fueron a España, estableciéndose en Sitges, un poblado de la costa mediterránea. Fueron detenidos ahí en octubre pasado. La esposa de Gililland, Nicole Magpusao, sigue en España con su hija y trata de evitar la extradición. Luego que a Gililland le fue negada la solicitud de asilo, se negó a cooperar con los agentes estadounidenses, forcejeó con el personal que lo custodiaba y debió ser amarrado a una silla de ruedas a fin de prepararlo para el vuelo de regreso a Estados Unidos. Una audiencia para fijarle la fianza está prevista para el miércoles. Otras dos personas han sido acusadas en la investigación sobre el fraude, Christopher Warren, de 26 años, y Scott Cavell, de 27. Warren huyó del país pero fue capturado en febrero, cuando trató de regresar a Estados Unidos, por la frontera con Canadá. Llevaba 70.000 mil dólares ocultos en sus botas. Cavell sigue prófugo.